viernes, 29 de enero de 2010

El artículo “Dios, Haití y los barberos”, reproducido en Internet y traducido al inglés

 No salgo de mi asombro. Cuando este blog empezó a dar sus primeros pasos, jamás pensé que alguno de sus artículos sería reproducido en otros blogs y en páginas web, y mucho menos que alguien se molestaría en traducir y difundir alguno de los post. Pero eso es justamente lo que ha sucedido.

Primero me llegó la noticia de que mi artículo “Los Reyes Magos: historia, tradición y cine” había sido publicado en la web de la COPE. Y me alegré, porque aumentó las visitas a mi página en los días siguientes y porque muchas personas me escribieron para contarme lo que habían descubierto.

Después supe que el artículo titulado “¿Debemos quitar todas las cruces? (La esfera y Chesterton)” había sido reproducido en la web de la Asociación Ronda 80 y en algunas Newsletters sobre temas de comunicación, cultura y actualidad: como Siena, que llega a más de tres mil personas (suscripción: imartinez@compositor.org). Más tarde el boletín “Análisis y Actualidad” (que se envía a 15.000 suscriptores de toda Latinoamérica; suscripción: jem@arcol.org) me pidió permiso para reproducir artículos en el futuro: empezó por “El sacerdote en el cine” y no sé si luego ha continuado con otros. La última noticia es que Catholic.Net ha reproducido el post que dediqué al “Proyecto cinematográfico sobre La Resurrección de Cristo”, al igual que “Análisis y Actualidad”.

Pero quizás lo más sorprendente ha sido el eco del artículo titulado “Dios, Haití y los barberos”. Que me hayan notificado algunos de mis lectores, ha sido reproducido en El blog de Nuria Chinchilla, en la Web Almudi.org, en el blog Predicanet y en la página Moral y luces.

Por si fuera poco, me escribe una amable periodista filipina –en un correctísimo castellano- y me dice que le ha encantado el artículo y me pide permiso para traducirlo y publicarlo en una web de información cultural y doctrinal. Lo manifiesta con tanta amabilidad –y la traducción que presentaba era tan buena: todo hay que decirlo- que no pude negarme. Más aún: le dije que me parecía fantástico.

Espero que todo esto sirva para que muchas personas descubran el verdadero rostro de Cristo. Como decía en un comentario reciente, daré por bien empleados todos los esfuerzos de este blog si en algo contribuye a que la gente pueda conocer y amar a Jesucristo. En respuesta a una observación de AcademiaIdiomas, señalaba que “el cine, desde luego, puede ayudarnos a verle como Hombre: es Dios, sí, pero también nuestro Amigo; y podemos ver su rostro, y descubrir sus llagas, y acariciar su cara cuando es Niño”.

Que entre todos me ayudéis a hacer realidad este ilusionante proyecto.

jueves, 28 de enero de 2010

"Jesucristo en el cine" reseñado en la Radio

 Esta semana vamos de críticas y entrevistas. De nuevo sobre “Jesucristo en el cine”. No llevo un control exhaustivo de las reseñas que se publican sobre mi libro, pero de las que tengo noticia sí procuro dar alguna información para abrir el diálogo que este blog promete: hablar sobre “Jesucristo en el cine”.

El lunes recogía la entrevista que emitió COPE-Málaga con motivo de la Epifanía. Hoy toca referirme a la crítica que José Luis Panero (a la izquierda, junto a Javier Cámara) ha dedicado al libro este domingo 17 de enero en el programa “Es domingo”, de COPE- España. José Luis, además de un buen amigo y un gran crítico de cine, es redactor de Hispanidad.com.

Sobre todo, José Luis es el autor de uno de los blogs más seguidos sobre la actualidad cinematográfica: “Palomitas de maíz”. De él os hablaba en otro post, hace tres meses, cuando analziaba los “Blogs cinematográficos con perspectiva cristiana”. Todos los días actualiza la información y ofrece comentarios muy acertados para enjuiciar la actual situación del cine y la producción televisiva. Por eso lo he incluido en en este blog, en la lista "Mis blogs de cine".

En la reseña emitida en la COPE, José Luis subrayaba tres cosas:

1º) El modo de interpelar al lector: la pregunta acerca de cómo influye el cine en nuestras vidas y hasta qué punto modifica nuestros valores y creencias.

2º) La revisión de la imagen de Jesucristo que los realizadores han tratado de llevar a la pantalla.

3º) Los monográficos dedicados a cuatro grandes películas: sobre todo, el análisis de las causas y los fines que han movido a cada director a llevar la película, la configuración del argumento y la plasmación de una imagen concreta del Redentor en la pantalla.
Para escuchar su crítica (dura 5 minutos), podéis entrar en el programa “Es domingo”: ir al programa del 17 de enero, pinchar en el pictograma de auriculares, y situarse en el minuto 15. Ya me diréis qué os parece.

martes, 26 de enero de 2010

¿Amor o sentimiento? (Una canción de "El violinista en el tejado")


Actualmente mucha gente confunde amor y sentimiento. Y hay un punto de verdad en esa asociación: cuando siento afecto por una persona, tiendo a amarla; y cuando me empeño en amar, acabo sintiendo amor hacia ella. Pero no son lo mismo, porque amar supone entregarse al otro.

Olvidar eso puede llevar a la triste situación que atraviesan algunos matrimonios: “Ya no la amo, porque ya no siento nada por ella”... Si el amor sólo es algo sensible, algo que irrumpe en mi vida y me arrastra, y en lo que yo apenas pongo de mi parte... Si sobre ese afecto no construyo el cariño –a base de mil detalles, con el esfuerzo por conocer al otro, por comprenderlo y hacerlo feliz- el sentimiento se agosta y llega el hastío: porque lo sensible apenas roza lo más hondo de mi alma.

Afortunadamente, cabe otro amor. Más firme y auténtico, en el que pongo no sólo el corazón, sino también la inteligencia y la voluntad: un amor radicado en la persona entera, en el deseo firme de querer al otro.

Un ejemplo de ese amor auténtico lo encontramos en la película El violinista en el tejado (1971), de Norman Jewison. Este musical, basado en la novela Las hijas de Tevye, del escritor ruso Sholom Aleichem, se ambienta en una comunidad judía de la Rusia zarista, a principios del siglo XX.

El filme cuenta la historia de Tevye, un pobre lechero de Anatevka que lucha por sacar adelante a su familia en el marco de las tradiciones judías. En concreto, se esfuerza en conseguir novio a Tzeitel, su hija mayor, para la que no puede aportar ninguna dote. Al fin consigue que el rico carnicero –feo, malhumorado y glotón- acepte la mano de su hija mayor. Pero cuando se lo cuenta a ella, Tzeitel se echa a llorar y le dice que quiere casarse con el sastre del pueblo. “¡Pero si es un muerto de hambre, que apenas tiene para vivir!”, exclama Tevye. Y su hija responde: “Sí, pero yo le amo”.

La siguiente escena nos traslada al interior de la casa. Tevye le cuenta a Golde, su mujer, la decisión de la muchacha –que rompe la tradición judía– y la razón que aporta: que le quiere. De repente, surge la duda –la crisis– en el interior de Tevye: “Golde, a ti y a mí nos prometieron nuestros padres...”. Una pausa, un cruce de miradas y, al fin, una pregunta inquietante: “Golde, ¿tú me amas?”.

La mujer intenta evitar la conversación. (¿A qué viene cuestionar a estas alturas el amor en nuestro matrimonio?). Hace ademán de irse a la cocina, pero él se pone a su lado, e inicia la famosa canción: “But do you love me?”. Ella se revuelve y cambia de conversación, pero es en vano:

-Golde, la primera vez que te vi fue el día de nuestra boda... Yo estaba asustado.

-Y yo estaba avergonzada...- confiesa ella.

-También yo. Pero mi padre y mi madre me dijeron que aprenderíamos a amarnos mutuamente; y ahora, Golde, te pregunto: tú ¿me amas?

Golde se vuelve de espaldas, alza su mirada hacia el infinito, y abre al fin su corazón. Es el momento cumbre de la canción:

- Durante veinticinco años te he lavado la ropa, te he preparado la comida y he limpiado nuestra casa... Cada noche te he esperado junto al fogón, con la mesa preparada... Durante veinticinco años he aguantado tus berrinches y tus borracheras, y también he saboreado tus abrazos... Durante veinticinco años he vivido contigo, he luchado contigo... Te he dado cinco hijas, y he compartido tu mesa, tu lecho y tu casa. Si eso no es amor, entonces ¿qué es amor?

-Entonces, ¿me amas?

-Sí, supongo que sí.

-Y yo supongo que también te amo... Eso no cambia nada, pero incluso así, después de veinticinco años, es bonito saberlo...

No sé si entonces te amaba -podría decir ella- pero sé que en estos veinticinco años he aprendido a quererte”. Para que la disfrutéis, os dejo esta preciosa canción (2' 50"), en versión original con subtítulos.

lunes, 25 de enero de 2010

Entrevista en la COPE: de nuevo "Jesucristo en el cine"

 El pasado 8 de enero me entrevistaron en el programa “El espejo de la Iglesia” de la cadena COPE-Málaga. La entrevista, realizada por Ana Mª Medina y Andrés Pérez, versó cobre la figura de Jesucristo en el cine, con motivo de mi libro, publicado en octubre pasado. Fue un rato muy agradable, casi entre amigos. Entre otras cosas, porque Ana Mª fue alumna mía en la Facultad, y Andrés es un viejo amigo en los medios de comunicación.

De vez en cuando sigo ese programa, y sé que suele ser una tertulia animada, con noticias simpáticas y secciones muy variadas (como “La encuesta de la semana” o “El Rincón de las Letras”). Un programa enfocado desde un espíritu crítico y constructivo, que aborda los temas más interesantes para quienes se sienten vinculados a la Iglesia de nuestra ciudad. Os animo a seguirlo en COPE Málaga (882 de AM), los viernes a las 15,05 horas.

Volviendo a mi entrevista, ese día hablamos mucho del rostro de Jesús (rostro físico y espiritual), y de cómo los cristianos podemos reorientar ese Séptimo Arte, tan influyente en nuestra cultura. En los 35 minutos que estuvimos hablando, me plantearon entre otras estas preguntas:

- ¿Cómo surgió la idea de escribir este libro?

- ¿Y no es algo políticamente incorrecto, precisamente en los tiempos que corren?

- Siendo las películas creaciones artísticas, ¿cómo conjugar la libertad del cineasta para contar un relato propio con la fidelidad debida a la historia y a los Evangelios?

- Con la perspectiva de más de cien años de cine, ¿qué imagen de Jesucristo han creado las películas en todo este tiempo?

- Los filmes sobre Jesús, ¿son distintos a los demás, hay algo que los haga diferentes al resto?

- ¿Cuáles son, a tu juicio, las mejores películas sobre Jesucristo?

-¿Qué consejos darías a alguien que quiera llevar a la pantalla la vida de Jesús?
En la entrevista, también se habló de este blog, de su contenido, alcance y difusión. En ese momento, me acordaba de todos vosotros. De vuestros comentarios y de vuestras palabras de apoyo. De alguna manera, os dediqué interiormente esa entrevista.

De aquella amigable charla os incluyo aquí un corte de 2 minutos, que la propia cadena utilizo como adelanto noticioso en los días previos. En él se sintetizan las ideas más destacadas.


También os dejó el enlace a uno de los adelantos noticiosos donde apareció ese corte de 2 minutos. Y, por si fuera de vuestro interés, os dejo también el enlace al programa entero, que empieza con la referencia a la Epifanía. Espero que lo disfrutéis.

martes, 19 de enero de 2010

Dios, Haití y los barberos

A propósito de la reciente tragedia de Haití, algunos medios de comunicación han vuelto a formular la pregunta que otros ya habían planteado cuando el 11-S y el 11-M: “Pero, ¿dónde estaba Dios?.

Algunos no pueden comprender la existencia del mal en el mundo: “Si Dios es tan bueno, por qué hay terremotos, guerras y violencia –maldad, en suma- en este mundo que, se supone, ha salido de sus manos?”. Sé que no es fácil de entender y, ciertamente, lo sucedido en Haití no tiene explicación humana: hay que recurrir a la Fe para hallar respuestas. Dios está en cada moribundo, en cada persona que llora y sufre; aunque no le veamos.

Pero en lo que respecta a la maldad que deriva de nuestras decisiones (las guerras, las matanzas, la injusticia generalizada) sí podemos encontrar explicaciones; y no sólo desde la Fe. Porque está claro que somos libres, y más claro aún que Dios no quiere servidores esclavos, ni hombres que automáticamente obren el bien sin comprometer su libertad.

Es cierto que nos ha dado los instrumentos para lograr una sociedad justa y buena: nos ha dado su doctrina y su mandamiento de la Caridad (“Amaos os unos a los otros”); nos ha dado la naturaleza humana y ha grabado su Ley en nuestros corazones; nos ha dado su gracia, su ayuda y, sobre todo, nos ha dado su ejemplo muriendo en la cruz por nosotros: un ejemplo de amor y de perdón, y no de odio ni de barbarie. Pero ama tanto nuestra libertad, que nunca nos hará buenos a pesar nuestro. Tenemos a nuestro alcance todo lo necesario para ser buenos, pero de nosotros depende que lo seamos y que lo sea nuestra sociedad.

A este respecto, viene como anillo al dedo aquella historia de los barberos y Dios:

“Un hombre fue a una barbería a cortarse el cabello y recortarse la barba. Como es costumbre en estos casos entabló una amena conversación con la persona que le atendía. Hablaban de tantas cosas y tocaron muchos temas. De pronto tocaron el tema de Dios y el barbero dijo:

- Fíjese caballero que yo no creo que Dios exista, como usted dice.

- Pero, ¿por qué dice usted eso? - preguntó el cliente.

- Pues es muy fácil, basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe. O dígame, ¿acaso si Dios existiera habría tantos enfermos, tantos niños abandonados? Si Dios existiera no habría sufrimiento, ni odio, ni guerras… Yo no puedo pensar que exista un Dios que permita todas estas cosas.

El cliente se quedó pensando un momento, pero no quiso responder para evitar una discusión. El barbero terminó su trabajo y el cliente salió de la tienda. Nada más salir de la peluquería, vio en la calle a un hombre con la barba sucia y el cabello largo, lleno de greñas. Entonces entró de nuevo a la barbería y le dijo al barbero.

- ¿Sabe una cosa?, los barberos no existen.

- ¿Cómo que no existen? - preguntó el barbero - si aquí estoy yo, y soy barbero.

- ¡No! -dijo el cliente - no existen, porque si existieran no habría personas con el pelo sucio y la barba tan grasienta como la de ese hombre que va por la calle.

- ¡Ah!, los barberos sí existen, lo que pasa es que esas personas no vienen a mí.

- ¡Exacto! -dijo el cliente – Ahí está la respuesta a su pregunta. Dios sí existe; lo que pasa es que las personas no van a Él ni quieren seguir su mensaje. Por eso hay tanto dolor y tanta maldad en el mundo".

lunes, 18 de enero de 2010

La conversión de Whitney Houston: "La fe me salvó"

Hace unas semanas publiqué el relato de la conversión al catolicismo de Joe Eszterhas, guionista de filmes escandalosos como "Instinto básico". Aquel artículo suscitó tanto interés, que me ha parecido conveniente reproducir el testimonio de la cantante y actriz Whitney Houston acerca de su vuelta al cristianismo. Houston habló de su retorno a Cristo en el programa televisivo de Oprah Winfrey, en septiembre de 2009. Sintetizo de diversas fuentes, principalmente de Forum Libertas:

Tras el éxito arrollador alcanzado con la película "El guardaespaldas" (1992), la cantante Whitney Houston cayó en una espiral de degradación personal debido al consumo de drogas que estuvo a punto de destruirla. Sin embargo, Houston ha conseguido renacer de sus cenizas gracias a la fe.

La cantante, ganadora de 6 premios Grammy, reconoció en una entrevista en el popular programa de Oprah Winfrey que aún se siente atraída por las drogas, aunque en sus peores momentos encuentra en Dios la fuerza para seguir adelante.

Sé que me ama”, afirmó Houston, de 46 años, que reconoció que estaba tratando de tomarse las cosas con calma y dijo estar recuperada de las adicciones que tenía cuando estuvo casada con el también cantante Bobby Brown. En esa época fue una consumidora habitual de marihuana, cocaína e incluso crack. “Conseguí mucho dinero para fumar crack”, llegó a declarar. De hecho, los medios de comunicación reprodujeron fotografías de ella en oscuros callejones consumiendo esa y otras sustancias.

A la pregunta de si sentía el peligro de volver a las drogas, Houston afirmó ante la conocida presentadora de televisión que: “Me lleva un minuto olvidarme de eso, porque rezo y se va”. Y añadió: “Sé que el Espíritu Santo me hablará y me guiará cuando lo necesite”.

Totalmente entregada a sus convicciones, la cantante añadió que fue su fe la que le ayudó a cambiar de vidala, alejándose del abismo en que su ex marido Bobby Brown quería retenerla. Recuerda que en los momentos de máxima desesperación pidió a Dios que le ayudara a pasar página. “Recuerdo que le dije a Dios un día: ‘Dame un día de fuerza’, porque yo estaba débil. Débil ante Bobby, muy débil ante el amor. Y me preguntaba: ‘¿Esto es amor? ¿Qué es esto? ¿En qué estoy metida?”.

Ante las cámaras, continuó su relato: “'Señor, Dame sólo un día la fuerza y me iré. Sólo un día. Porque no puedo seguir viviendo así. No voy a seguir compartiendo con él este camino de esta manera. No voy a hacerlo. Él no va a seguir arrastrando esto dentro de mi casa y no voy a seguir dejando que mi hija piense que esto es amor'”.

Whitney también explicó a Oprah cómo su madre fue a ‘rescatarla’ de las drogas a su casa: “Un día mi madre vino a casa. Entonces no lo acepté. Pero ahora, mirando hacia atrás, veo el amor y la pasión que mi madre tuvo por mí, que tiene por mí. Ella me dijo: ‘No merece la pena esto […] No te voy a perder ante el mundo. No te voy a perder ante Satán. No voy a hacer eso’. Y después añadió: ‘Quiero a mi hija de vuelta. Te quiero de vuelta. Quiero ver brillo en tus ojos. Luz en tus ojos. Quiero ver a la niña que crié’”.

Tras salir del infierno de las drogas, en febrero de 2009 Houston asistió a la fiesta previa de los premios Grammy, donde demostró su plena recuperación con un breve concierto que fue aplaudido durante varios minutos. Seis meses después, el pasado 31 de agosto Houston regresó a las listas de éxitos con el lanzamiento de "I Look to You", su primer disco desde 2002.

viernes, 15 de enero de 2010

El sacerdote en el cine: algunos artículos interesantes

Como anexo bibliográfico al post publicado anteayer, ofrezco a continuación una serie de artículos recientes sobre la imagen de los sacerdotes en la gran pantalla. Todos los textos que comento están en Internet y pueden consultarse pinchando sobre el título:

-“La figura del sacerdote en el cine”, de José M. García Pelegrín en Cinemanet: Artículo que explora la reciente atención a la figura del sacerdote en los filmes de los últimos años (2002-09): especial atención a “El noveno día” (2004), “La duda” (2008) y “Gran Torino” (1008).

-“ La figura del sacerdote en el cine del siglo XXI”, Foros de Cinemanet: A partir del artículo anterior, se creó un foro en la web de Cinemanet que reflexionó sobre la figura del sacerdote en la historia del cine: se recogen sobre todo películas antiguas: "Yo confieso", "Amén", "El exorcista", "El cardenal", "Púrpura y negro", etc.

- “Cine y vocación”: Web con abundante material didáctico para el discernimiento vocacional. Ficha técnica y guía de análisis de un amplio abanico de filmes con valores y una decena de películas directamente relacionadas con la figura del sacerdote. Pensada para para cine-forum con chicos que se plantean su posible vocación sacerdotal.

- “Testigos de Cine”, de Peio Sánchez, Alfa y Omega nº 663, 12-XI-2009:. Reportaje sobre el DVD Los sacerdotes católicos en el cine. Historias de fidelidad y servicio, elaborado por el sacerdote y Profesor de Teología Peio Sánchez con motivo del Año Sacerdotal.

- “Figuras sacerdotales en el cine”, de Luis García Orso, Cine y Espiritualidad, 21.IX.2009: Artículo que recoge una breve síntesis de diez películas cuyo protagonista es un sacerdote o religioso: desde “El padrecito” (1964) hasta “La misión” (1987) o “El crimen del padre Amaro” (2002).

miércoles, 13 de enero de 2010

El sacerdote en el cine actual

A propósito de un post sobre “las mejores películas de cine espiritual en 2009” (post publicado el 9.I.2010), mantuve un interesante diálogo con José Ramón Moldenhauer a propósito de "Gran Torino". Uno de los puntos en los que coincidíamos era en alabar la figura del padre Janovich, que aparece ante la audiencia como un sacerdote joven, humilde y tenaz, celoso de su feligresía, decidido a cumplir el encargo que la mujer de Kowalski le confió en el lecho de muerte: conseguir que su marido se confesara y volviera a la práctica religiosa.

El filme relata con acierto los denodados esfuerzos del sacerdote por cumplir ese cometido, pero Kowalski lo rechaza destempladamente porque su alma rebosa amargura y porque su orgullo le impide arrodillarse ante un cura tan joven. Tras varias conversaciones y progresivos acercamientos, la amistad consolida; y así, cuando el personaje que interpreta Clint Eastwood presiente que la muerte anda cerca, no dudará en acercarse a la Confesión y reconciliarse con Dios.

Comentábamos José Ramón y yo que no es muy habitual ver en el cine contemporáneo un retrato amable y atractivo de la figura del sacerdote, y menos aún cuando es joven. Hay que retrotraerse a aquella maravillosa cinta de Alfred Hitchcock, titulada “Yo confieso” (1953), para ver algo semejante. En esa cinta se hacía un canto precioso del sacerdote y del sacramento del perdón. Un cura recién ordenado se ve de repente ante un grave dilema moral: su sacristán le revela durante una Confesión que ha cometido un asesinato, y aunque él intenta que se entregue a la justicia, se topa con la cerrazón del asistente, que se va sin recibir la absolución. Atado de pies y manos por el secreto de la Confesión, el sacerdote se verá encerrado en una angustia creciente, con el sacristán circulando por la vicaría y las sospechas de la policía recayendo sobre él, pues su ayudante ha realizado el homicidio vestido con su propia sotana. Cuando encuentren la sotana con manchas de sangre, la tensión llegará su cénit.

En España, quizás por la falta de simpatía a la Iglesia de muchos cineastas, lo habitual ha sido encontrarse en la pantalla a sacerdotes iracundos, vanidosos, “vendidos” al poder político o incluso grotescamente libidinosos. Quizás el ejemplo más claro de esa tendencia es “La mala educación”, de Almodóvar, una visión oscura y pesimista, con un sacerdote pedófilo incapaz de resistir la pasión. Lo peor de esas películas, tan falsas como dañinas para la imagen de la Iglesia, es que además de un claro deseo de atacar la fe y la religión católicas, suponen un modo muy bajo de ganar dinero. Como reconocía el propio director manchego, "los ataques a la Iglesia y el sexo son una pareja muy comercial".

Sin embargo, en otros países con mentalidad más abierta descubrimos en los últimos años muchas películas que tratan de reflejar una imagen más verídica, amable y equilibrada de la figura del sacerdote. En "Comprométete" (2002), de Alessandro D’Alatri, el joven y simpático Don Livio aprovecha la homilía de la boda para comprometer a los novios en el proyecto de conciliar las exigencias profesionales con la dedicación a su propia familia. En "El noveno día" (2004), de Volker Schlöndorff (ver fotograma de la izquierda), un sacerdote recluido en un campo de concentración tiene la oportunidad de escapar aprovechando un permiso, pero renuncia a esa posibilidad -tras un maravilloso dilema de conciencia- porque sabe que otros sacerdotes encarcelados dependen de su decisión. Y en "La duda" (2008), ambientada en 1964, el carismático y alegre Father Flynn es objeto de la sospecha de haber mantenido relaciones con un alumno: como en "Yo confieso", vuelve a tratarse el tema de las falsas sospechas y se analizan las consecuencias que puede tener una calumnia para la imageny la vida de la Iglesia.

En definitiva: esperemos que nuestra filmografía reaccione y volvamos a ver sacerdotes alegres y juiciosos, enamorados de Jesucristo y, precisamente por eso, dedicados al servicio de las almas.

lunes, 11 de enero de 2010

¿Debemos quitar todas las cruces? (La esfera y Chesterton)

Gilbert K. Chesterton fue un agudo pensador y escritor inglés que vivió a caballo entre los siglos XIX y XX. Sus novelas detectivescas del “Padre Brown” son un prodigio de ingenio, porque ese sacerdote humilde y bondadoso resuelve los casos no siguiendo pistas o huellas, sino gracias a su profundo conocimiento del alma humana. Esas historias han sido llevadas al cine en dos ocasiones: en 1934 y 1954, con Walter Connolly y Alec Guinness -respectivamente- en el papel principal. También han sido objeto de dos series televisivas: una en Alemania, de 39 capítulos (1966-72), y otra en Inglaterra, con 13 episodios (1974); esta segunda tuvo mucho más alcance.

También se estudió la posibilidad de llevar al cine “La esfera y la cruz”, tal vez la novela que mejor refleja la confrontación entre una cultura cristiana y una mentalidad laicista que ya entonces trataba de sofocarla. Al final, el proyecto cinematográfico se abandonó. Pero traigo a colación su recuerdo porque algunas medidas que hoy quieren imponerse (como la de quitar los crucifijos de las escuelas, por ejemplo) hacen que esa novela resulte plenamente actual; muy especialmente, su escena inicial.

En ella, el profesor Lucifer y el monje Miguel sobrevuelan Londres en una avioneta. Al divisar la catedral, coronada por la esfera (del mundo) y la cruz encima, Lucifer profiere una blasfemia contra la cruz y afirma airado que habría que arrancarlas de todos los sitios. Tras un momento de silencio, Miguel cuenta esta historia:

"Conocí a un hombre como tú; él también odiaba al crucifijo: lo eliminó de su casa, del cuello de su mujer, hasta de los cuadros; decía que era feo, símbolo de barbarie, contrario al gozo y a la vida. Pero su furia llegó a más todavía: un día trepó al campanario de una iglesia, arrancó la cruz y la arrojó desde lo alto.

Este odio acabó transformándose primero en delirio y después en locura furiosa. Una tarde de verano se detuvo ante una larguísima empalizada; no brillaba ninguna luz, no se movía ni una hoja, pero creyó ver la larga empalizada transformada en un ejército de cruces, unidas entre sí colina arriba y valle abajo. Entonces, blandiendo el bastón, arremetió contra la empalizada, como contra un batallón enemigo.

A lo largo de todo el camino fue destrozando y arrancando los palos que encontraba a su paso. Odiaba la cruz, y cada palo era para él una cruz. Al llegar a casa seguía viendo cruces por todas partes, pateó los muebles, les prendió fuego, y a la mañana siguiente lo encontraron cadáver en el río”.

El profesor Lucifer, al oír el relato, mordiéndose los labios, mira al anciano monje y le dice:

—Esta historia te la has inventado tú.

—Sí, responde Miguel, acabo de inventarla; pero expresa muy bien lo que estáis haciendo tú y tus amigos incrédulos. Comenzáis por despedazar la cruz y termináis por destruir el mundo".


¿Qué destruiremos cuando hayamos eliminado todas las cruces? ¿Quemaremos las pinturas de Murillo, las de Zurbarán, las de Velázquez? ¿Dejaremos vacíos todos los museos? ¿Prohibiremos las procesiones de Semana Santa? ¿Inventaremos un calendario que no diga “antes de Cristo” y “después de Cristo”? En definitiva: ¿quedará algo de nuestra cultura, si arrancamos todas las cruces y todo vestigio de cristianismo?

Consuela saber que Chesterton publicó “La esfera y la cruz” en 1910. Porque ahora se cumplen cien años, y a la vuelta de todo un siglo las cosas están como antes: la furia iconoclasta no ha triunfado sobre la cruz de Cristo. Tampoco lo hará dentro de otro siglo, aunque en todas las épocas hará falta que los cristianos alcemos la cruz en nuestra existencia (en nuestro trabajo, en nuestra familia). Y no para oponerla a nadie, sino para recordar el mensaje de amor de quien dio su vida por todos los hombres. Una actitud, por cierto, bien distinta de la que advertimos en el protagonista de este cuento.

sábado, 9 de enero de 2010

Las mejores películas de cine espiritual en 2009

En dos post recientes (30.XII.09 y 2.I.10) publiqué los listados de "Las mejores películas de cine espiritual" en 2008 y en 2007, respectivamente. En este post recojo la valoración que el profesor Peio Sánchez, director del Departamento de Cine del Arzobispado de Barcelona, acaba de publicar respecto a las mejores películas de temática espiritual correspondientes a 2009.

Al hacer este elenco, este profesor lo presenta como "un material válido para la recuperación educativa y pastoral a través del dvd”. Y añade: “Nos parece hoy imprescindible elegir bien lo que vemos para ser mejores personas. Y creemos que este tipo de cine invita a profundizar en los grandes interrogantes, propone una mirada abierta al misterio d Dios y provoca a ser buena gente”.

Nosotros hemos escogido ocho de esas diez. El año señala en cada cinta la fecha del estreno original, aunque en España todas fueron estrenadas en el 2009.

1. Gran Torino (2008), Clint Eastwood,
“En Gran Torino, Clint Eastwood ha sabido contar una historia sencilla como una enorme fuerza dramática planteando temas espirituales de calado como el sentido del perdón, la redención como sacrificio o el camino de conversión. Y desde el punto de vista cristiano no solamente presenta una imagen positiva de la Iglesia representada en el padre Janovich sino que también ofrece una poderosa imagen crítica en las decisiones finales del protagonista”.

2. Amazing Grace (2006), Michael Apted.
“Este homenaje a William Wiberforce --un parlamentario de la Cámara de los Comunes, que dedicó, desde su juventud, su actividad política a la lucha contra la esclavitud y las injusticias sociales- se presenta con una magnífica puesta en escena y una serie de actuaciones excepcionales. Marcada profundamente por la perspectiva social cristiana es una película imprescindible para conocer la fuerza ética del Evangelio y su herencia en nuestra cultura”.

3. Katyn (2007), Andrzej Wajda,
“Sobrecogedora película del maestro polaco Andrezej Wajda. Este testamento fílmico trata del genocidio de Katyn perpetrado por el comunismo soviético en 1940 y que afectó personalmente al director ya que su padre era uno de los 20.000 oficiales y ciudadanos polacos asesinados. Narrada desde la perspectiva de los supervivientes, especialmente mujeres, es un himno a la reconciliación desde la memoria que busca la verdad. La fe católica se muestra con intensidad en distintos momentos pero de forma más contundente en los últimos minutos”.

4. Slumdog Millionaire (2008), Danny Boyle.
“El director Danny Boyle, de formación y convicciones cristianas, ha sabido contar una dura historia sobre la superación desde la miseria hasta la victoria. Narrada como un cuento de hadas, sigue la historia de tres muchachos que nacen en las barracas de Calcuta, y como desde el protagonista de Jamal verán como triunfa la bondad y el amor más allá de la injusticia y la violencia. La historia nos presenta una intriga que mueve al espectador a la esperanza y que invita a reconocer la presencia de la Providencia que acompaña los acontecimientos respetando la libertad pero alentando la bondad”.

5. The Visitor (2007), Thomas McCarthy.
“Es la historia de una visita de gracia en la que se ve envuelto un oscuro profesor universitario, genialmente interpretado por Richard Jenkins, que tras quedar viudo vive en el sinsentido y al que le cambiará la vida su encuentro con Tarek. Este sirio que lleva la percusión en su corazón representa la alegría y las ganas de vivir que faltan al protagonista. En este itinerario de transformación veremos como crece en él la sensibilidad y el compromiso, la capacidad de amar y el ejercicio responsable de la libertad. Una película que además es un grito contra la injusticia de las leyes de inmigración”.

6. La caja de Pandora (2008), Yesim Ustaoglu.
“La enfermedad de Alzheimer de la abuela abrirá la caja de Pandora de una familia que vive en la orilla de la infelicidad. Como si una maldición cayera sobre ellos, cuando la anciana, una genial Tsilla Chelton de 89 años, desaparece de casa. Con esta fuga comienza un periplo hacia la verdad que les implicará a todos ellos, cuando han de acudir a una aldea de montaña en la costa del Mar Negro. La lucidez de la demencia no logrará doblegar el desvarío de los instalados en la comodidad o en el fracaso; pero sí logrará mover a los que sienten que la vida va mucho más allá y que siempre están dispuestos a subir a una montaña, aunque ya la fuerzas sean escasas. Una alianza donde los más viejos transmiten la esperanza a los más jóvenes”.

7. Despedidas (2008), Yojiro Takita.
“Daigo, un violonchelista en paro, descubre su vocación cuando abandona Tokio con Mika, su mujer, y acude a la ciudad y casa donde vivió su infancia. Un proceso lento y sorprendente le convertirá en un especialista en el nôkan, ritual mortuorio japonés que supone una rememoración del difunto desde el acto de embalsamamiento. En su aprendizaje se irán cruzando una serie de historias de reconciliación de los vivos con los muertos e irá, poco a poco, abriendo su propia historia a un camino de pacificación. La película nos permite contemplar la muerte con una perspectiva distinta”.

8. El erizo (2009), Mona Achache.
“Adaptación del famoso libro de Muriel Barbery ‘La elegancia del erizo’ y que supone el primer largometraje de la directora francesa Mona Achache. Basada en el contraste de dos personajes: por una parte, una niña con un rico e inteligente mundo interior; por otra parte, la portera del número 7 de la calle Grenelle, una mujer descuidada y un tanto huraña. Pero ambas tendrán un secreto que saldrá a la luz con la llegada de Kakuro Ozu, un elegante viudo japonés. Esta revelación servirá de disculpa para comprender el secreto profundo de las personas y cómo a veces lo esencial no está en las apariencias”.

Vía: Camineo

viernes, 8 de enero de 2010

Entrevista sobre “Jesucristo en el cine” en la televisión de Marbella

Ayer os contaba de la presentación en Marbella de “Jesucristo en el cine”. Ese acto, que fue también un reencuentro con los amigos, tuvo amplia repercusión en los medios de comunicación.

Además de los periódicos que reseñaron la conferencia, dos televisiones locales dedicaron al libro un espacio amplio, con sendas entrevistas sobre su contenido. Las dos me hicieron mucha ilusión, pues fueron realizadas por antiguos alumnos míos de la Facultad, en la Universidad de Málaga:

- Roberto Caballero me entrevistó en el programa “Ahora Marbella” para “Marbella Televisión”. Sobre todo se centró en la influencia del cine en los jóvenes y en las películas más controvertidas sobre Jesús.

- Sara Rodríguez me entrevistó en el programa “Lugares comunes” para la televisión “M 95 Marbella”. Ésta fue más larga e interesante: repasamos la historia entera de la filmografía sobre Jesús. En este enlace podéis ver, bajando un poco en la página, la entrevista que Sara me hizo.

Ojalá todos mis alumnos lleguen tan lejos como estos dos…

jueves, 7 de enero de 2010

Presentación de “Jesucristo en el cine” en Marbella

 Hace unos días presenté en Marbella mi libro sobre “Jesucristo en el cine”. Fue un acto entrañable, a la vez que académico, porque asistieron muchos amigos míos: las amistades que hice durante los años que viví en la capital de la costa del Sol, y que me manifiestan su afecto y aún me recuerdan. Por eso digo que fue más un encuentro de viejos amigos que una simple conferencia sobre el tema.

El marco era espléndido: la Sala de Exposiciones del Cortijo de Miraflores, una antigua casa de labor, con molino de aceite y trapiche de azúcar (1706), que fue ampliada un siglo más tarde y embellecida con jardines exóticos provenientes de Filipinas. Tras su rehabilitación, se ha transformado en el Centro Cultural de la ciudad, que de manera continua acoge exposiciones, ciclos de conferencias, proyecciones, etc.

Abrió el acto el Conde Rudi, a quien no veía desde hacía tres años, con unas palabras emocionadas en las que recordó nuestra amistad y algunos de los proyectos que nos unieron hace tiempo. Después habló de la Fundación Escuela y Familia, entidad organizadora del acto, y expuso la finalidad que persigue: ayudar a las familias a que puedan elegir el Centro Educativo que consideren mejor para sus hijos . Después me presentó Ángel Pardo, Director del Colegio ECOS, que se excedió en los elogios, como suele ser habitual en él.

En la conferencia hablé de tres puntos:

- La influencia del cine en las conductas y estilos de vida: la importancia del Séptimo Arte como factor de “socialización” (homogeneización de valores) y de “legitimación” (validación social de comportamientos extraños o rechazables).

- La incidencia de las películas en la creación del “imaginario social” en torno a Jesús. Mucha gente que lee habitualmente los Evangelios ha configurado a través de los filmes su imagen de Jesucristo: su mensaje, su divinidad, su cercanía a los hombres…

- Las películas sobre el Mesías suponen siempre una fuerte “experiencia sociológica”. Para el director no es nunca “una cinta más”, sino una apuesta personal en la que le va la vida, en la que manifiesta sus creencias más profundas o sus dudas acerca de Jesús. Para el actor no es un papel más, sino aquel que marca su capacidad interpretativa y –muchas veces- el personaje por el que será recordado. Y para el público tampoco es “una cinta más”, sino que le marca profundamente.

En síntesis, nadie queda indiferente ante una película sobre Jesús. O mueven a la piedad, a la reflexión, a la conversión interior; o escandalizan a los no creyentes, provocan reacciones airadas en sectores laicistas y son criticados muy al margen de sus valores cinematográficos. Pero esta imposibilidad de permanecer al margen no es algo que suceda sólo con los filmes: aconteció ya, hace muchos siglos, con la predicación de Jesús: movieron a la conversión o a la ira, según los casos, pero a nadie dejaron indiferente. “Quien no está conmigo, está contra mí”.

lunes, 4 de enero de 2010

Los Reyes Magos: historia, tradición y cine

Hay unos personajes que todos sentimos muy vinculados a la Navidad –sobre todo, los niños- y de los que apenas nos hablan los Evangelios. Se trata de los Reyes Magos, cuya imagen ha sido muy elaborada por la tradición, hasta el punto de que no suelen faltar en ningún belén del mundo.

San Mateo escribe que "unos Magos llegaron de Oriente a Jerusalén preguntando: ¿Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido?" (Mt 2, 1-2). En esa frase sólo indica su profesión: eran Magos, estudiosos de los astros y de sus movimientos en el Cielo; y precisamente de ese oficio se valdrá Dios para atraerlos –mediante una estrella- hasta el mismo lugar donde se encuentra Jesús. Pero no afirma que sean Reyes. Es éste un añadido del pueblo, que ha supuesto –con cierta lógica- que debían ser poderosos cuando fueron recibidos por la máxima autoridad de Jerusalén, Herodes, y cuando preguntan explícitamente por "el Rey de los Judíos".

Tampoco afirma cuántos eran: "unos Magos". Podían ser dos, cuatro, seis... Pero como fueron tres sus regalos (oro, incienso y mirra), la tradición ha deducido que ese debía ser el número de los magos reunidos en Belén. Sus nombres tampoco están en la Escritura: aparecen por vez primera en un mosaico bizantino localizado en Ravena (Italia) que se fecha en torno al año 520. En él figura una leyenda sobre los tres magos que dice "+SCS BALTHASSAR +SCS MELCHIOR + SCS GASPAR"; esto es, sagratísimos -o veneradísimos- Baltasar, Melchor y Gaspar (Ver imagen de arriba).

La primera descripción de los Reyes Magos se la debemos al teólogo anglosajón Beda el Venerable (675-735): "El primero de los magos fue Melchor, un anciano de larga cabellera blanca y luenga barba; fue él quien ofreció el oro, símbolo de la realeza divina. El segundo, llamado Gaspar, joven, imberbe, de tez blanca y rosada, honró a Jesús ofreciéndole el incienso, símbolo de la divinidad. El tercero, llamado Baltasar, de tez morena (más tarde se le representaría negro) mostró su reconocimiento ofreciéndole mirra, que significaba que el Hijo del hombre debía morir."

Las representaciones cinematográficas de los Magos han seguido fielmente la iconografía popular: son tres, se comportan como reyes, vienen sobre camellos y les acompañan una cohorte de pajes y servidores. En todas las películas se les retrata así, y ahí termina también toda su intervención en la historia, aunque hay tres filmes que han añadido algo más para completar el relato. En Ben Hur (1959), tal como aparece también en la novela, Melchor profetiza los padecimientos de Jesús y establece así un paralelismo simbólico con los dolores que aguardan al aristócrata judío. En La Natividad (2006) se incluyen al principio algunas escenas de los Magos en su trabajo como astrónomos: su observación del firmamento, el descubrimiento de la estrella, y –tras la consulta de algunos legajos- la conexión de este fenómeno con las profecías mesiánicas. Finalmente, en Jesús de Nazaret (1977) vemos cómo los Magos se van juntando por el camino y cómo dialogan acerca de su actitud frente a Herodes. También ayudan a descubrir el sentido espiritual de lo que está pasando. Así, cuando Baltasar contempla al Niño, comenta a José y a María: “Al venir aquí, creí que nos equivocábamos, pero ahora veo que es muy justo”; y, por si esto fuera poco, Gaspar añade: “No en la gloria, sino en la humildad”.

Hay un punto en el que la representación de los Magos diverge de unos filmes a otros, y es el de su presencia junto a los pastores en la gruta de Belén. Ya hemos comentado en otro post que esa reunión es poco probable. Ha cristalizado en el imaginario de la Navidad por una necesidad “escénica”: una pintura o una representación de la Navidad resultan mucho más dramáticas e interesantes si se resumen en una sola escena todos los personajes implicados; así la noche del Nacimiento aparece como más “grandiosa”. Pero los teólogos suponen que ambos hechos estuvieron separados en el tiempo. Por una parte, los Magos debieron tardar algunos meses en llegar a Jerusalén desde el lejano Oriente. Por otra, Herodes manda degollar no a los recién nacidos, sino a todos los varones menores de dos años: esto hace suponer que el Nacimiento del que le hablan debió haber ocurrido un año antes.

Curiosamente, las primeras películas sobre Jesús sí muestran esa separación temporal. Vida y pasión de Jesucristo (1907), de Zecca, y Del pesebre a la Cruz (1912), de Sidney Olcott, muestran primero la llegada de los pastores a la cueva y, más tarde, la aparición de los Magos en la casa de José y María, un lugar mucho más acogedor que el portal.

Sin embargo, será en los años sesenta cuando ambas escenas se solapen en el tiempo. Rey de reyes (1961) muestra una ciudad de Belén corrompida por los romanos y ahí sitúa a un posadero egoísta y nervioso, que rechaza sin miramientos a la joven pareja. Cuando, poco después, los Magos llegan a la ciudad de David –“venían de Persia, Mesopotamia y Etiopía”, nos dice la voz en off- aparecen en el establo sin diálogo previo con Herodes, y allí ya están presentes los pastores. De igual modo, aunque desde otra perspectiva, La historia más grande jamás contada (1965) sigue el relato de los Magos, describe minuciosamente el careo con el tetrarca y nos lleva con ellos hasta el portal, donde ya los pastores han ofrecido sus cántaros y ovejas. En esta misma línea se situará también el relato de La Natividad, cuyo guión tiene necesariamente que unir ambas escenas para solemnizar así el momento cumbre de la cinta: el nacimiento de Cristo en la gruta de Belén.

Por el contrario, otras películas han reflejado la separación en el tiempo de una y otra adoración al Niño: la de los pastores y la de los Magos. Jesús de Nazaret es un claro ejemplo, con una distinción de secuencias que afecta también a la puesta en escena: solemne y lenta en el Nacimiento, con los pastores llegando por la noche hasta la gruta; sobria y natural en la epifanía, con los Reyes llegando por el día hasta la casa. Como vemos en el fotograma, el Niño tiene alrededor de un año, la Virgen está de pie y en plena faena, y la casa evidencia el trabajo de José para hacerla más confortable.

De todo esto celebraremos su fiesta el próximo día 6. ¡Felicidades a todos por la Solemnidad de la Epifanía!

sábado, 2 de enero de 2010

Las diez mejores películas de cine espiritual en 2007

Para completar la información de un post anterior, relativa a 2008, y a la espera de recibir pronto el listado correspondiente a 2009, ofrezco ahora el elenco de "las 10 mejores películas de cine espiritual de 2007", tal como fue publicado en Forum Libertas. La selección es del Departamento de Cine del Arzobispado de Barcelona:

1. La vida de los otros, de Florian Henckel von Donnersmarck.
El capitán Gerd Wiesler, magistralmente interpretado por el recientemente fallecido Ulrich Mühe, como oficial destacadamente eficaz de la Stasi, la policía secreta de la antigua República Democrática Alemana, es el encargado de espiar a la pareja formada por el prestigioso dramaturgo y director Georg Dreyman (Sebastian Koch), y su novia, la actriz Christa-Maria Sieland (Martina Gedeck). Las actividades opositoras del intelectual serán descubiertas por una vigilancia que vulnera toda intimidad, pero que al mismo tiempo mostrará al espía el verdadero rostro de sus víctimas.

2. Luces al atardecer, de Aki Kaurismäki.
Aki Kaurismäki nos tiene acostumbrados a un cine que permite una lectura trascendente de acontecimientos simples y de personajes menores, como si lo más grande y mejor se transparentase en lo más insignificante. La posibilidad de una lectura espiritual del espectador indica hasta qué punto el director, con su cine, es capaz de comunicar incluso más allá de su voluntad deliberada de expresión, algo que sin duda ha de ser reconocido, en legítimo sentido, como arte.

3. Disparando a perros, de Michael Caton-Jones.
Ruanda, 1994. En plena amenaza de genocidio, la Escuela Técnica Oficial dirigida por un sacerdote católico y bajo el amparo de la ONU se convierte en el único lugar seguro para tutsis y hutus moderados. Cuando las fuerzas internacionales deciden retirarse, se produce una espantosa masacre. La denuncia que dio origen a la película, filmada ya en la reconocida Hotel Rwanda de Terry George, invita a superar la indiferencia sobre África y a asumir la responsabilidad que Occidente contrajo con el genocidio, y también con su antes y su después. Para romper este silencio informativo y ético se nos presenta el sufrimiento y el valor de la entrega de aquellos que permanecieron solidarios en la hora del desastre.

4. Después de la boda, de Susanne Bier.
Jacob, un danés de cuarenta años, lleva diez en la India, trabaja en un orfanato que recoge niños de la calle. La institución está en una situación económica desesperada. De pronto, se recibe una oferta inopinada de Jorgen, un hombre de negocios que está dispuesto a hacer una donación muy generosa, pero pone como condición que Jacob viaje a Dinamarca para entrevistarse con él. Al término de la primera entrevista, pregunta a Jacob si tiene planes para el fin de semana. Ante la respuesta negativa, le invita a asistir a la boda de su hija Anna. Eso lo cambiará todo.
Esta película danesa realizada casi desde los postulados Dogma, nos ofrece una trama dramática compleja y sorprendente.

5. El buen nombre, de Mira Fair.
Centrada en el personaje del joven Gogol, nos muestra a sus padres, Ashoke Ganguli, un hombre honesto y generoso, y Ashima, una cantante de música tradicional, que al casarse se trasladan a vivir en Nueva York. El esfuerzo de fidelidad a las tradiciones indias y de integración de los progenitores contrastará con el estilo más individualista, consumista y de vacío espiritual del protagonista, que decide renunciar a su primer nombre como señal de autonomía y plena inserción occidental.

6. Once, de John Carney.
Bellísima historia de amor, sencilla, sincera y realista, que fue galardonada con total merecimiento con el Premio del Público en el Festival de Sundance 2007. El protagonista es un joven que cada día se aposta con su guitarra en Grafton Street, la calle peatonal más emblemática de Dublín. Un día, una chica que vende flores en la misma calle le escucha con gusto y le pregunta acerca de su vida. La gran originalidad del filme es el conjunto de canciones, que no son un mero adorno, sino la esencia de la historia. Y a este singularísimo musical se une una historia de amor portentosa, aunque discreta. El título de la película da pistas acerca de lo que vemos: el amor puede nacer de nuevo. Hay en el film de Carney una valiente y enriquecedora visión de la familia, con personajes magníficamente resueltos, como el padre del protagonista.

7. Sin destino, de Lajos Koltai.
Primer largometraje realizado por este director de fotografía húngaro, se basa en la obra del premio Nobel de Literatura Imre Kertész Sin destino. Con una mezcla de autorreferencia y distancia irónica se nos presenta la historia de año y medio de la vida de un adolescente en los campos de exterminio nazis.

8. El final del espíritu, de Jim Hanon.
Nuevamente, otra película en clave de testimonio. En este caso basada en el asesinato de cinco misioneros evangélicos en plena selva ecuatoriana en 1956 y el proceso de reconciliación de sus familia con la tribu Huaorani. Es un film con una factura sencilla, sin medios espectaculares, y a pesar de tener un guión demasiado previsible no cae nunca en el simple maniqueísmo.

9. La boda de Tuya, de Wang Quan'an.
Una película menor, pero llena de belleza y bondad, que recibió el Oso de Oro del último Festival de Berlín. Narra la fortaleza serena de Tuya, una joven que vive en los desiertos de la Mongolia interior cuyo esposo ha quedado imposibilitado y que tiene a su cargo dos hijos pequeños. Sus esfuerzos de supervivencia, sobre todo cuando un médico le indica que su espalda no resiste trabajar tan duro, parecen abocados al fracaso. A la vista de su situación, su marido intenta convencerla para que se divorcie de él y pueda volverse a casar. A pesar de que la trama gira en torno a un divorcio, reivindica en cierto modo la unión familiar, presentando a una pareja capaz de superar las dificultades, que antepone el bien del otro por encima de todo.

10. Cuatro minutos, de Chris Kraus.
Jenny es una joven presidiaria violenta pero inteligente que toca prodigiosamente el piano. Una anciana profesora pronto la tutela desde una severidad que cuadra bien con el carácter de la joven y que servirá para el acercamiento mutuo. La confianza en los dones de Dios y en el poder redentor de la belleza a través de la música plantea un proceso de reconstrucción de las diferentes historias que se ven conducidas hacia la liberación. Hay una confianza básica en que, por destrozado que esté un ser humano, siempre es posible la rehabilitación.