miércoles, 31 de marzo de 2010

"La Pasión de Cristo" y el misterio de la Sábana Santa

 La historia de la Sábana Santa, o más concretamente la historia de las telas usadas para amortajar a Cristo, es conocida por lo que narran los evangelios. Y, en este punto, el relato de San Juan señala que fue la disposición de esos lienzos (estaban como “caídos”, tal como había sido amortajado Cristo, pero sin el cuerpo en su interior) lo que le movió a creer al apóstol Juan (Jn 20, 6-8).

Según testimonios de la época, los judíos empleaban una gran sábana blanca tanto para descender a los crucificados como para embalsamarlos. En el caso de Jesús, el Evangelio nos cuenta que fue comprada por José de Arimatea: “Entonces éste, después de comprar una sábana, lo descolgó y lo envolvió en ella, lo depositó en un sepulcro que estaba excavado en una roca e hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro” (Mc 15, 46).

Gracias a los estudiosos de la síndone, sabemos hoy que la tira lateral que falta no es corte de época posterior, sino que se separó un pedazo de venda de la misma longitud que la sábana para atarla sobre el cuerpo de Jesús como mortaja.

Con esto tenemos dos piezas: la sábana y una (o quizás más) venda separada de ella para atarla como mortaja. Además, según el testimonio de Juan en su Evangelio, sabemos que hubo una tercera pieza de tela que él llama el sudario y que fue colocada en la cabeza: “y el sudario que había sido puesto en su cabeza, no plegado junto con los lienzos, sino aparte, todavía enrollado, en un sitio” (Jn 20, 7).

Este sudario, que seguramente es el sudario de Oviedo, no es sino un paño usado para tapar la cabeza del cadáver durante el descendimiento de la cruz y el traslado al sepulcro y que luego habría sido usado para envolver el rostro atando la mandíbula, de modo que no se abriera la boca del cadáver, tal como es costumbre en los amortajamientos judíos (Jn 11, 44). Hay una escultura de Juan Manuel Miñarro (escultor sevillano especializado en la sábana santa) que refleja exactamente este detalle, donde la tela quedaría bajo la barba y sería la razón de que estuviera ésta levantada y torcida, y también de que no aparecieran en la síndone ni las orejas ni la parte superior de la cabeza. (Tomo estos datos de Catholic.net)

Con esto en la mente, podemos entender qué es lo que vio San Juan y le proporcionó el indicio racional para creer en la resurrección de los muertos, que como testimonia el Evangelio, todavía no entendían: “y el sudario que había sido puesto en su cabeza, no plegado junto con los lienzos, sino aparte, todavía enrollado, en un sitio. Entonces entró también el otro discípulo que había llegado antes al sepulcro, vio y creyó. No entendían aún la Escritura según la cual era preciso que resucitara de entre los muertos” (Jn 20, 7-9).

Lo que vio San Juan fue precisamente la mortaja toda en su sitio y como si estuviera enrollada y atada, conservando un poco la forma del cuerpo que había envuelto, pero sin que este estuviera dentro. A eso se refiere el Evangelio con los “lienzos plegados” (o sea: atados y enrollados alrededor de la mortaja). Pero algo no cuadraba: el sudario, o sea: lo que se había enrollado alrededor de la cabeza del cadáver antes de envolverlo en la sábana, no estaba desatado, sino enrollado tal como estaría de seguir en la cabeza. Esto indicaba que el cadáver no había sido robado. Nadie que lo hiciera habría dejado las piezas de mortaja de esa manera. Esa es la luz que le llevó al entendimiento de lo que es la resurrección y a la convicción de fe de que Jesús había resucitado realmente.

Todo esto es lo que trata de reflejar la última escena de la película de Mel Gibson. Un fantástico plano-secuencia sugiere el momento en que se desliza la piedra de la entrada (los Evangelios afirman que la piedra estaba removida) y la toma termina con un primer plano de Cristo resucitado, mientras que al fondo vemos los lienzos sagrados que empiezan a caer sobre la roca, como si en ese preciso momento –el de la Resurrección- hubiera desaparecido el cuerpo muerto de Jesús. Les vemos caerse sobre sí mismos, atados y enrollados alrededor de la mortaja. Gibson muestra a los espectadores, justo en el momento en que sucede, lo que una vez terminado conmoverá a San Juan.

Os dejo con esta escena tan espectacular. Feliz Semana Santa.

lunes, 29 de marzo de 2010

Sobre la pedofilia en la Iglesia: con los datos en la mano

Está siendo la peor Cuaresma de Benedicto XVI. Con precisión de relojero, aparecen en la prensa laicista casos de pedofilia perfectamente medidos, como bombas que persiguen su objetivo. Pero, teniendo a la vista los datos y los hechos, es claro que estamos ante una alarma injustificada. La Iglesia está poniendo los medios de una manera efectiva desde hace tiempo para mejorar la situación. He aquí un magnífico artículo-resumen de Bruno Mastroianni, que he leído en el blog Cambiaelmundo.


1. Los números en los EE.UU.: 54 condenas en 42 años

El recuento de los casos de abuso infantil por parte del clero no es para menospreciar, pero sí para entenderla en su dimensión correcta. Massimo Introvigne, en un artículo publicado en Avvenire ha mostrado algunos datos de EE.UU.. Según el estudio del año 2004 del John Jay College of Criminal Justice, los sacerdotes acusados de efectiva pedofilia en 42 años fueron 958, 18 por año. Las condenas fueron 54, poco más de una al año (los sacerdotes y religiosos en los Estados Unidos son alrededor de 109.000). Durante el mismo período hubo 6.000 condenas a profesores de gimnasia y entrenadores, declarados culpable de ese delito por tribunales de los EE.UU.

viernes, 26 de marzo de 2010

"La Pasión de Cristo", la Pascua judía y la Santa Misa

En el post de este lunes citaba un artículo de Juan Manuel de Prada sobre “La Pasión de Cristo” en el que decía: “La película aborda algunos asuntos medulares de la fe católica, como es el vínculo existente entre el sacrificio de la Cruz y el sacrificio de la misa”.

En efecto, el filme de Mel Gibson abunda en pasajes simbólicos que establecen dos claros paralelismos temáticos en el marco de la pasión de Cristo: el paralelismo de la pascua judía con la Última cena, y el del sacrificio del Calvario con el sacrificio de la Misa.

La primera escena que refleja esa analogía temática acontece casi al principio, cuando un joven escapa de Getsemaní soltando su manto (en alusión al joven que escapó arrojando una sábana: Mc 14, 51-52) y llega a la casa donde están pasando la noche la Virgen y María Magdalena. Les anuncia que se han llevado a Jesús, y la Virgen dice: “be-mah nishtanah ha-layla ha-zot mi khol ha-layelot” (“¿En qué se diferencia esta noche de todas las noches?”). Es la única frase en hebreo (no arameo) que se escucha en la cinta, y se trata de una pregunta ritual que siempre se hace en hebreo, aún hoy, en los primeros momentos de la cena pascual. A continuación responde María Magdalena, también en hebrero: “Porque una vez fuimos esclavos, y ahora ya no lo somos”.

Situada la frase en ese momento, como clave de interpretación para todo lo que vendrá, no sólo establece el paralelismo entre la cena pascual judía y la Última cena, sino que es también la proclamación de la unidad entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Por eso actúa como catalizador del profundo simbolismo que se irá desarrollando entre la cena pascual y la pasión, y entre la pasión y la Última Cena: el lavatorio de los pies, la presentación del pan, la consagración del pan y del vino… Todo ello se entrelaza con pasajes de la crucifixión que refuerzan esa misma analogía. Gibson quiere recordar a la audiencia que en esa Última Cena pascual se anticipó sacramentalmente lo que en plenitud se realizaría poco después en la Cruz.

A partir de ahí, el filme desarrolla abundantes paralelismos que anticipan el sacrificio de la Cruz. Así, Jesús ve a un herrero que golpea las argollas de su inminente tortura y recuerda sus golpes en la madera al tallar una mesa en el taller de Nazaret: una y otra escena difieren en luminosidad (luz y alegría en Nazaret, oscuridad y tristeza en el palacio de Caifás), pero tienen para Él una misma significación: con su trabajo y con su pasión redimió igualmente a todos los hombres.

Otros paralelismos son más explícitos, como el lavatorio de las manos de Pilatos al entregar a Jesús, en contraste con el lavatorio de las manos de Jesús al comienzo de la Pascua. Ambos actúan como preámbulo y preparación de un sacrificio pascual: en la pascua judía, el paso de la esclavitud egipcia a la liberación como pueblo escogido; en la pascua del Gólgota, el paso de la esclavitud del pecado a la liberación como hijos de Dios.

Finalmente, el más claro paralelismo de la cinta se manifiesta en el flash-back de la consagración. Tras ver en el Calvario cómo los soldados clavan a Jesús en la cruz y empiezan a elevar su cuerpo, un montaje paralelo nos retrotrae al momento de la Última Cena en que Jesús eleva el pan y dice: “Tomad y comed todos de él, porque éste es mi cuerpo”. A continuación, volvemos al Gólgota y vemos que de la cruz recién levantada empieza a chorrear la sangre de Cristo, que se derrama sobre el madero. Un nuevo paralelismo nos sitúa en el Cenáculo, cuando el Señor levanta el cáliz y dice aquellas palabras: “Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre… que será derramada por vosotros”.

Por si quedara alguna duda, la muerte de Cristo supone una profunda conmoción en la naturaleza dañada por el pecado –tal y como recogen los Evangelios- y el mismo diablo es herido mortalmente con la propia muerte del Redentor: sus gritos lastimeros se oyen desde lo más profundo del abismo.

La última imagen del filme (un precioso plano-secuencia que recorre la sepultura donde fue enterrado el Señor) termina en un primer plano de Jesús resucitado. Con Él, se disipan las tinieblas que han dominado casi toda la película, y la luz de la Resurrección inunda definitivamente la pantalla. Ha dado comienzo la Nueva Alianza sellada con la sangre de Cristo.

miércoles, 24 de marzo de 2010

La escena de la Anunciación en el cine

Hoy es la antigua fiesta del Arcángel San Gabriel (“antigua” porque hace años se pasó al mes de septiembre, unida a la de San Miguel y San Rafael) y mañana celebraremos la Solemnidad de la Anunciación. Es quizás el día más apropiado para reflexionar sobre cómo ha reflejado el cine ese sublime momento de la historia de la Salvación.

Ciertamente, es una escena compleja: Dios que se hace hombre, la Eternidad que entra misteriosamente en el tiempo. Y en ella intervienen dos personajes de singular relieve: un Arcángel, que habla en nombre de Dios, y una criatura que, desde ese mismo instante, queda convertida en la Madre del Redentor. Por eso mismo, aunque la dignidad angélica es muy superior a la humana, es el Arcángel quien se humilla y sirve a la criatura, porque María es la Reina de cielos y tierra, la Reina de todos los ángeles y arcángeles. Por todo ello resulta muy difícil representar esta escena en toda su amplitud, en toda su significación.

Las primeras películas sobre Jesús desarrollan esta escena con un sentido muy pictórico, imitando las composiciones de cuadros renacentistas. De hecho, los filmes sobre Jesús de la primera época muda (hasta 1915) no tienen un hilo argumental definido, sino que son más bien cuadros piadosos y aislados, a modo de estampas. El fotograma que vemos arriba es de la película “Vida y pasión de Nuestro Señor Jesucristo” (1907), de Ferdinand Zecca, y evidencia un estilo que sería típico en toda esta época: imágenes estáticas, que identifican fácilmente escenas de la vida de Jesús, plasmadas con un tono solemne que invita a la contemplación del misterio. Del mismo modo se representa la escena en la otra gran película del cine mudo: “Del pesebre a la cruz” (1912), de Sidney Olcott.

En las grandes producciones de los años sesenta, tanto en las de Hollywood (“Rey de reyes”, 1961; “La historia más grande jamás contada”, 1965) como en las europeas (“El Evangelio según San Mateo”, 1964; “Son of man”, 1969) la escena de la Anunciación se omite, y esto aunque todos los relatos comienzan con el nacimiento y la infancia de Jesús.

lunes, 22 de marzo de 2010

"La Pasión de Cristo": Relación de Jesús con su Madre

Estamos casi a las puertas de la Semana Santa, y muy pronto las televisiones programarán películas que nos hagan recordar aquellos inmortales sucesos. Entre todas las cintas, “La Pasión de Cristo”, de Mel Gibson, destaca por la fuerza de sus imágenes y la profundidad teológica.

En mi libro “Jesucristo en el cine” dedico bastante espacio a comentar un aspecto de este filme: la relación entre Cristo y su Madre que vemos en las escenas del Vía Crucis. Una relación maravillosa, llena de matices –humanos y sobrenaturales- que ayuda a entender la íntima fusión de sus almas en la común tarea de la Redención.

Para completar lo que de esa relación señalan los Evangelios, Gibson se inspiró en antiguas tradiciones cristianas. Una de ellas es el encuentro del Señor con su Madre, justo después de su primera caída. Jesús cae bajo el peso de la cruz, y la Virgen se apresura a socorrerle. Un oportuno flash-back nos traslada a una escena paralela de la infancia, cuando Jesús niño tropieza y cae, y María se apresura a también a socorrerle: Aquí estoy, a tu lado”, parece decir en ambas escenas. La transposición de planos temporales establece aquí un marco muy emotivo, que invita al espectador a la reflexión y a la contemplación.

Por otra parte, el encuentro de ambos en esta escena adquiere un significado muy especial, muy teológico: la Virgen se nos muestra totalmente volcada en cumplir la Voluntad de Dios, y Jesús aparece con una clara conciencia de estar redimiendo a la humanidad: “¿Ves, Madre, como hago nuevas todas las cosas?”.

En apoyo de esta idea, quiero aportar ahora las citas de algunas críticos cinematográficos que han señalado también esta profunda afinidad:

1. “La Pasión de Mel Gibson”, por Juan Orellana: Director del Departamento de Cine de la Conferencia Episcopal Española
Mel Gibson se ha aproximado a una historia mil veces contada en el cine, una historia conocida hasta en sus diálogos, sus escenas, personajes y tramas secundarias, y ha sabido recrearla y adecuarla al lenguaje cinematográfico moderno de tal forma que sorprende, impacta, emociona, e incluso puede afectar a lo más hondo del corazón y la conciencia del espectador. (…) Fiel a la historicidad de los sucesos, Gibson se permite unas licencias –como todos los cineastas que han llevado a Jesús a la pantalla–, que son sencillamente deliciosas. Licencias que podrían haber ocurrido perfectamente, pero de las que no tenemos constancia. Por ejemplo, (…) si nos fijamos, varias veces que Cristo cae, encuentra fuerzas para incorporarse cuando sus ojos descubren a su Madre. Otra invención preciosa que aparece en la película es un flash back muy breve en el que Jesús toma el pelo a María en su carpintería de Nazareth, mientras inventa la mesa moderna. “Eso no tiene futuro”, le dice María”. (Ver aquí el artículo entero).

2. “La Pasión de Cristo”, por Juan Manuel de Prada: Escritor y columnista

Habría que anticipar, antes de referirnos a otros aspectos más concretos, que Mel Gibson ha querido completar una obra declaradamente católica. Aunque en Estados Unidos hayan sido las comunidades evangélicas quienes con más ahínco la han defendido, la película aborda algunos asuntos medulares de la fe católica –así, el vínculo existente entre el sacrificio de la Cruz y el sacrificio de la misa– que un protestante no puede llegar a comprender plenamente. Su catolicismo militante se trasluce, sobre todo, en el tratamiento de la figura de María, a quien en todo momento se muestra sabedora y consciente de la misión salvífica de su Hijo. (…) Pienso, también, en uno de los momentos más sublimes de la película, en el que María pega el rostro al suelo; un pudoroso movimiento de cámara nos descubre que, justamente debajo de ese lugar, se halla Jesús, aherrojado en una mazmorra: la empatía entre madre e hijo que se transmite en estos fotogramas es de una delicadeza conmovedora”. (Ver aquí el artículo entero).

3. “La Pasión de Cristo: el Hijo y la Madre, según Mel Gibson”, de Julio Rodríguez Chico: Autor de la web “La mirada de Ulises”

Me llama la atención la conseguida ambientación de un momento histórico concreto y especialmente la recreación de unos personajes que caminan a distinta velocidad y por distinta órbita que el resto. Vemos cómo Jesucristo y su madre María parecen saborear la trascendencia de unos momentos sublimes para la Humanidad, que son a la vez inefables para el espectador del Gólgota y para el de la sala de cine. Ellos no entienden de violencia, venganza ni odio… y su rostro en cambio sí refleja la serenidad y paz, y también intimidad y dulzura de una relación que supera a la de madre-hijo. De ahí esos flash back en que se evocan tiempos de la infancia o de la juventud en el taller, o esas miradas que Jim Caviezel y Maia Morgenstern llenan de contenido y profundidad su relación y la misma pantalla. (…)Por eso, “La Pasión de Cristo” no es solo un film histórico sino que fundamentalmente es una película de personajes, y no es solo una cinta con violencia o sangre –sería un grave reduccionismo– sino de actitudes vitales ante la verdad de uno mismo y de lo que sucede alrededor”. (Ver aquí el artículo entero).

Feliz Semana Santa. Y feliz cine para estos días tan especiales.

viernes, 19 de marzo de 2010

¿Fueron realmente carpinteros San José y Jesús?

 Hoy, que la Iglesia y buena parte de la sociedad civil celebran la fiesta de San José, es un buen día para acordarnos del padre legal de Jesús y Patrono de la Iglesia Universal. Sobre todo, de su faceta como trabajador, que compartía con su Hijo, porque en eso sí nos parecemos a ambos: como ellos, nosotros encontramos a Dios en nuestro trabajo, y en ese ámbito Le damos a conocer.

La pregunta que formulamos en el titular afecta de modo especial al Hijo de Dios: ¿fue Jesús de profesión carpintero?

Esa ha sido la creencia popular. Que José fue el carpintero de Nazaret y transmitió su oficio a Jesús, quien ejerció también esa profesión hasta el comienzo de su vida pública. Pero ¿es eso lo que nos dicen los Evangelios?

jueves, 18 de marzo de 2010

En "La Voz de Almería", hablando sobre Jesús

Hace unas semanas os hablé de la presentación en Almería de "Jesucristo en el cine". Tuvo lugar en el Auditorio Municipal Maestro Padilla, lugar emblemático de la cultura almeriense. A los pocos días, el diario local publicó esta reseña en su sección de cultura que os dejo aquí para que podáis disfrutarla.

Sobre todo, para que saboreéis su curioso arranque: “Fue una historia que ocurrió hace dos mil años y que desde la aparición del invento de los Lumière ha alimentado metros y metros de celuloide, a veces devoto, a veces polémico. Ahora, Alfonso Méndiz, crítico cinematográfico y profesor de la Universidad de Málaga, recoge la vida y obra de Jesús según el séptimo arte en el libro ‘Jesucristo en el cine’...”.

Me gustaría que estos recuerdos de conferencias pasadas os estimulen a preparar una presentación del libro en las ciudades en las que aún no se ha hecho. ¿Os animáis...?

(Para ver la noticia a pantalla completa, pincha "full". Para volver al blog, pulsa "Escape").

martes, 16 de marzo de 2010

"Up": Una maravillosa historia de amor en 4 minutos

Up”, la última película de Pixar, es una cinta llena de magia y ensueño, pero rebosante de humanidad, al mismo tiempo; una historia fantástica, pero a la vez con los pies en el suelo: con enseñanzas muy humanas, muy familiares, muy... cotidianas.
En este cuento irreal, se anudan sentimientos muy reales y valiosos: el cariño en los detalles, el amor de cada día, la ternura en lo concreto; y nostalgia, bondad, alegría; y compartir las tristezas y los gozos, que es compartir la vida entera; y la amistad de un anciano con un niño, y redescubrir en esta amistad la ilusión perdida... ¿Cómo no va a emocionarnos una película así?
Con todo, lo mejor de ella está en los primeros quince minutos. Tiene un arranque espléndido, en el que un niño de apenas diez años -el aventurero y soñador Carl- descubre un buen día a la mujer de su vida: Ellie, una niña aún más soñadora y aventurera que él, que le muestra su pequeño album de aventuras ("My Adventure Book") y le habla de un lugar maravilloso e ignoto... A ese lugar -“Las cataratas del Paraíso”, en plena selva venezolana- sueña con ir algún día, y él promete sobre su corazón que algún día la llevará allí...
Y de repente, llega una auténtica joya en miniatura: la comprimida historia de amor (sin diálogos, en tan solo 4 minutos) entre el protagonista y esa compañera de viaje que, en apariencia, se fue de este mundo sin ver cumplido su sueño. Es, sin duda, un momento excepcional (que el espectador infantil no comprenderá tan bien como el adulto), porque esa historia de Carl y Ellie es una historia sencilla, como tantas otras, pero llena de amor en sus pequeños detalles.
La vemos transcurrir en silencio, contada con ilusión y ternura, desde el comienzo en una boda alegre -que cambia el rumbo de sus sueños infantiles- hasta el triste final de una separación... que sólo en apariencia es definitiva.

lunes, 15 de marzo de 2010

Katyn arrasa en los XV Premios de cine Alfa y Omega

La semana pasada se entregaron en Madrid los "Premios de Cine Alfa y Omega 2009". La película “Katyn”, en la que Andrej Wajda cuenta la masacre de 22.000 oficiales polacos -uno de ellos su propio padre- a manos del ejército soviético en 1940, ha sido la gran trinufadora con cuatro importantes galardones: mejor película extranjera, mejor director, mejor película con valores religiosos y mejor película histórica.

La película recuerda el crimen soviético, no reconocido por Rusia hasta el 1990, cometido mientras la URSS invadía Polonia por el Este y los nazis por el Oeste. Y lo cuenta de una manera muy original, a través de los últimos días de los oficiales asesinados. El bosque cercano Kiev donde murieron los militares polacos por orden de Stalin da nombre a la cinta.

La siguiente película más premiada ha sido “Amazing Grace”, de Michael Apted: un homenaje a William Wiberforce, parlamentario de la Cámara de los Comunes, que dedicó su vida entera a la lucha contra la esclavitud y las injusticias sociales. Este filme comparte con “Katyn” aspectos como su carácter histórico y la importancia que tiene la fe para sus protagonistas. Pero sus dos premios fueron de menor entidad: mejor actriz de reparto para Romola Garai, como la entusiasta novia -y luego esposa- del político William Wilberforce; y mejor banda sonora por la "vigorosa y emotiva” partitura de David Arnold.

viernes, 12 de marzo de 2010

Gary Cooper, la Iglesia Católica... y un amigo fiel

En la historia de cada conversión, junto a la insondable intervención divina, se da también la mediación humana: un amigo, un familiar, un compañero de fatigas... que sabe orientar, sin violencia, en el momento oportuno…

Frank James Cooper nació en Montana (Estados Unidos) el 7 de mayo de 1901. Era hijo de unos inmigrantes ingleses, que poseían de un inmenso rancho. El futuro actor aprendió allí a montar a caballo, habilidad que demostraría después en numerosos westerns.

Tras cursar estudios primarios en Inglaterra, regresó a Montana y trabajó como dibujante de tiras cómicas en diversas publicaciones. Después decidió probar fortuna en el cine, y en los años veinte logró pequeños papeles en películas del Oeste, en las que ya se acreditaba como Gary Cooper. A mitad de los treinta es una de las máximas estrellas de Hollywood: rueda grandes filmes como “Adios a las armas” (1932), “Tres lanceros bengalíes” (1935) o “Beau Geste” (1939). En 1941 logra su primer Óscar por “El sargento York”, y en 1952, el segundo por “Sólo ante el peligro”.

Precisamente en esos años es cuando tiene lugar su encuentro con el Papa Pío XII. Su esposa y su hija eran católicas, y él accedió a acompañarlas cuando consiguieron ser recibidas por el Santo Padre. En el libro que escribió sobre su padre, su hija Mary recordaba aquel momento: “El entusiasmo nos embargó a todos a medida que se aproximaba la audiencia con el Papa. (…) Estábamos todos en una sala dorada del Vaticano con una veintena de invitados más. Habíamos comprado rosarios, anillos y medallas para que los bendijera Su Santidad, y papá tenía un buen puñado de esos objetos en sus manos. Cuando el Papa llegó a su lado, quiso arrodillarse para besarle la mano, y perdió un poco el equilibrio. Se le cayeron entonces todas las medallas, perlas y rosarios, que rodaron con estrépito por toda la habitación. Algunas quedaron bajo el manto del Pontífice, que supo sacar a mi padre de su monumental vergüenza con una sonrisa y un gesto de comprensión”.

A mitad de los cincuenta –sigue recordado su hija- “comenzó a pensar en su posible conversión. No hablaba mucho de ello, simplemente nos acompañaba a Misa casi todos los domingos. La excusa que daba era que deseaba oír los fantásticos sermones del padre Harold Ford”.

Este joven y celoso sacerdote correspondió al interés de Gary Cooper con una dedicación entusiasta: “No le sermoneó con el azufre y el fuego del infierno –escribe Mary en su libro- sino que supo hacerse amigo suyo. (…). Mi madre le invitó un día a merendar para que pudiera charlar con mi padre. Y, nada más entrar en la sala de armas, se ganó a mi padre manifestando un gran deseo de practicar la caza y la pesca. En los meses siguientes fue su compañero inseparable en el buceo, la caza y todo tipo de excursiones”.

Durante aquellas salidas, el padre Ford fue explicando a Gary Cooper la riqueza insondable de la Fe católica. Y, cuando ya casi estaba decidido, le dio a leer “La montaña de los siete círculos”, una autobiografía del monje Thomas Merton en el que narra su conversión. Aquello fue el empujón definitivo. El ya veterano actor se bautizó en la Iglesia católica en mayo de 1959, apadrinado por su amigo Shirley Burden, que era también converso.

A las pocas semanas de su conversión, empezaron a manifestarse los primeros síntomas del cáncer que le llevaría a la tumba. Luchó en silencio con su enfermedad, mientras rodaba sus últimas películas: “El árbol del ahorcado” (1959), “Misterio en el barco perdido” (1960) y “Sombras de sospecha” (1961). Con la salud ya deteriorada, en 1960 recibió un Óscar especial de la Academia “por su larga y extraordinaria carrera”. Durante 35 años, había intervenido en más de cien películas, la mayoría como protagonista. Murió el 13 de mayo de 1961 y fue enterrado en el cementerio católico de Santa Mónica.

En octubre de ese año, Thomas Merton escribió una carta a su hija Mary en la que le decía: “Como todo el mundo, yo también adoro las películas de Gary Cooper. Aunque sea monje, me encanta verlas. Incluso tuve la secreta esperanza de que, si algún día ‘La montaña de los siete círculos’ se llevaba a la pantalla, tu padre sería el protagonista del filme. Por muchos motivos, me hubiera gustado mucho que hiciera ese papel”.

La influencia de su conversión fue enorme en el mundo de los artistas. Ernest Hemingway, que fue un gran amigo suyo, recuerda que pocas semanas antes de la muerte del actor hablaron largo y tendido sobre el catolicismo. Al final, con la voz muy seria, Gary Cooper le dijo: “Tú sabes que tomé la decisión correcta”. Según reconoció después, Hemingway no olvidaría nunca aquella conversación. Aquel moribundo tumbado en la cama le había parecido la persona más feliz de la tierra.

miércoles, 10 de marzo de 2010

100 artículos, 100 amigos...: Doble Óscar y nuevos listados

Un Óscar como el que veis aquí fue levantado por Sandra Bullock el pasado domingo como premio a su brillante interpretación de una madre valerosa en la película "The Blind Side". Más que acertar en el pronóstico del pasado viernes, me alegró -y mucho- ver premiada una historia de profundos valores cristianos. ¡Brindemos por un nuevo cine: en Hollywood y en nuestra querida España!

Para quienes quieran saber más de esta película, os adjunto los enlaces a diversas noticias sobre el filme, antes y después de ganar la estatuilla. Quizás ese drama no guste tanto en España (tenemos poca simpatía y familiaridad con el mundo del fútbol americano) pero la historia puede aportar luz y esperanza a quienes la vean. Y, en los tiempos que corren, eso es ya mucho. Aquí están los enlaces a las distintas webs:

En inglés podéis ver más noticias del filme (Google traduce automáticamente al español al pinchar arriba en la página "Traducir") :

- "The Blind Side Spotlights Christian Family" (Charisma & Christian Life)
- "The Blind Side (film)" (Wikipedia)

Pero hay un segundo Óscar que celebrar...

lunes, 8 de marzo de 2010

100 artículos, 100 amigos, 100 sonrisas

 ¡...Y llegamos al artículo Cien…!

Parece un sueño. Pero un sueño de verdad, de esos tan preciosos que no te atreves a soñar del todo, y que te llenan de gozo cuando se hacen realidad. Un sueño que te gusta compartir con los demás, como si fuera una película…

Apenas hace seis meses –ni siquiera eso- que escribí aquel primer post: “Imagen de Jesús, imagen de nuestra cultura”. Era el 17 de septiembre de 2009. Entonces no sabía si llegaría a Navidad. Y ahora estamos a las puertas de la primavera. ¡Cómo corre el tiempo, y las estaciones!

Quizás por esa sensación de que el tiempo vuela, hoy me siento impulsado a un ejercicio de nostalgia: volver la vista atrás, repasar los artículos más granados, y ver el jardín que empieza a dar sus primeras flores. Ciertamente, ya casi es primavera…

Sí, hoy es un día que debemos celebrar. Un día para chocar mi copa con las vuestras (“¡Chin-chin!”) y brindar por todo lo que hemos vivido. “Y que cumplas muchos más”. Este blog es ya parte de mi vida, y creo que también lo es de la vuestra.

Por eso quiero compartir con vosotros este ejercicio de nostalgia que hoy me auto-impuesto… He seleccionado algunos artículos que han tenido especial significación para mí: quizás hayan sido los más visitados, o los más sentidos, o los que más habéis comentado. Alguno lo he reservado para mi intimidad. Pero estos que ahora os ofrezco son enteramente vuestros: un regalo –un recuerdo- para revivir tantas cosas que nos han unido...

viernes, 5 de marzo de 2010

“The Blind Side”, un filme cristiano candidato a los Oscars

The Blind Side” es, sin duda, la gran sorpresa del año. Estrenada de modo discreto en Estados Unidos, la película alcanzó de repente un formidable éxito de taquilla y ha terminado por ser una de las cintas más vistas el pasado año. El filme costó 29 millones de dólares, y en poco más de 2 meses superó los 210 millones de dólares en la taquilla de Canadá y Norteamérica.

Muchos atribuyen ese éxito a la brillante interpretación de Sandra Bullock, y como consecuencia, esta actriz se ha convertido de la noche a la mañana en la intérprete más taquillera de Hollywood. Como señalaba la revista "Variety", Bullock ha conseguido el curioso récord de ser “la primera actriz en superar los 200 millones de dólares en una película protagonizada por una mujer”.

Todo esto tendría sólo un moderado interés si no fuese porque “The Blind Side” es… una película de inspiración cristiana. Desde su estreno, surgió en los medios de comunicación norteamericanos un profundo debate acerca de los valores y las creencias en el cine, y muchos espectadores cuestionaban abiertamente a las grandes productoras: “¿por qué no se ve más a menudo un cine así?”. Se referían, por supuesto, a un cine que represente los valores cristianos. No es extraño, por eso, que varias instituciones ligadas a distintas confesiones cristianas hayan organizado un gran movimiento de apoyo al filme, y hayan conseguido movilizar masivamente a las audiencias, como ya ocurrió con “La Pasión de Cristo”, “Prueba de fuego” o “Bella”.

La verdadera sorpresa del filme –más sorprendente aún que su éxito en taquilla- ha sido el haber logrado ¡dos nominaciones importantes a los Óscars de la Academia!: el de mejor película y el de mejor actriz. Si bien el primero parece difícil, el segundo es mucho más que una mera posibilidad. De hecho, en la pasada edición de los Globos de Oro -considerados “la antesala de los Oscar”- Sandra Bullock se llevó por esa interpretación el premio a la Mejor Actriz del año. Ahora mismo, las encuestas la señalan como la candidata a llevarse el Óscar, que sería el primero en su carrera como artista. Hollywood podría reconocer así el creciente auge del cine cristiano en la industria del cine. Un cine familiar, que no está ni muchísimo menos reñido con una excelente calidad técnica y narrativa.

Basada en hechos reales, “The Blind Side” (aún no tiene título español) narra la historia de un joven afroamericano sin hogar, Michael Oher, que encuentra ayuda y cobijo en una familia blanca, dispuesta a prestarle el apoyo necesario tanto en su relación con los demás como en su aspiración de convertirse en estrella de fútbol americano. El apoyo le vendrá, sobre todo, de su madre adoptiva, Leigh Anne Tuohy, una madre luchadora y devotamente cristiana que infundirá en él autoestima, afán de superación, capacidad de perdón y una profunda fe en Dios. Por su parte el chico también influirá en la vida de los miembros de la familia Touhy, cada uno de los cuales atravesará experiencias muy significativas de amor y redención personal.

La cinta, del director John Lee Hancock, presenta de modo muy atractivo la evolución de Oher: de adolescente desarraigado y abatido por los golpes de la vida, a ser una estrella de fútbol en los Ravens de Baltimore.

Con todo, el punto fuerte de la película es, sin duda, la interpretación de Sandra Bullock, que ofrece aquí la mejor actuación de su carrera. Este trabajo le ha valido primero el reconocimiento unánime de la crítica; y después -hace un par de meses-, el Globo de Oro como mejor actriz dramática. La pregunta es: ¿conseguirá también el premio de la Academia?

La respuesta, este domingo 7 de marzo, en la gala de los Oscars.

miércoles, 3 de marzo de 2010

La conversión de Eduardo Verástegui

En la vida de cada persona, Dios ha dispuesto el momento de la luz, del encuentro, de la conversión. A veces aparece de repente, sin un motivo previo, como en San Pablo. Otras, como en San Agustín, viene precedido por años de oración y de sufrimiento: la oración y las lágrimas de una madre que arrancan del Cielo una gracia formidable. Esa es también la historia de Eduardo Verástegui.

Nacido en Tamaulipas (México) el 21 de mayo de 1974, Eduardo fue el primer hijo de José Verástegui y Alicia Córdoba, un matrimonio de agricultores que habían contraído matrimonio un año antes.

Tras una infancia agitada, en 1991, con sólo 17 años, abandonó los estudios para irse a México D. F. y probar fortuna en el mundo del espectáculo. Trabajó como camarero durante un par de años y en enero de 1994 puso en marcha el grupo musical Kairo junto con tres amigos. Su primer disco fue “Signo del tiempo”, que se hizo muy popular entre los adolescentes. Su single “En los espejos de un café” se repuso durante meses en les emisoras de radio. Después llegaron otros dos discos: “Gaudium” en 1995 y “Cara a cara” en 1996. Estaba en la cresta de la ola cuando decide separarse del grupo y continuar su carrera musical en solitario.

Por aquella época, fue contratado como actor en varias telenovelas mejicanas: interpretó a Daniel en “Una luz en el camino” (1997), a Manuel en “Soñadoras” (1998), y al Dr. Ramiro Belmont en “Tres mujeres” (1999). Simultáneamente, trabajó también como modelo para diversas marcas internacionales: Calvin Klein, Coca-cola, Verssace…

Creció entonces su fama de vida licenciosa, de “latin lover” y de amigo de fiestas nocturnas. Sus padres sufrieron mucho en aquellos años, como recordará tiempo después el propio Eduardo. Su madre, al ver que no hacía caso de sus reconvenciones, empezó a rezar por él, pidiéndole a la Virgen de Guadalupe que su hijo se convirtiera.

Creo que las oraciones de mi madre han tenido mucho que ver en mi actual estilo de vida –reconocía en una entrevista-. Ya sabes lo que se dice: 'No hay nada más poderoso que las oraciones de una madre por sus hijos'. Después de ver mi caso, estoy convencido de ello. Todo el cambio que he experimentado en mi vida, las personas nuevas que se me acercaron en mi crisis, no me cabe duda que han sido fruto de las oraciones de mi madre”.

Con 28 años consigue dar el salto a Hollywood y ser contratado como actor en la película Chasing Papi (2003). Un buen día su vida da un giro de 180 grados cuando su profesora de inglés le hace reflexionar sobre el vacío de su vida: “Cuando caí en la cuenta de que tenía razón, empecé a temblar por dentro todas las noches”. Un sacerdote mexicano se cruza en su camino y le ayuda en esas horas de angustia. Le proporciona lecturas que le hacen descubrir la hermosura de la vida cristiana. Sobre todo, se queda fascinado al leer una biografía de S. Francisco de Asís.

Es el principio de su conversión. Comienza a asistir a misa todos los días. Con ayuda de otro sacerdote, D. Francisco, se decide a hacer una confesión general. “Tras una larga preparación –cuenta el propio Verastegui- hice una confesión de casi tres horas que me dejó exhausto, pero plenamente feliz”. Es lo que el actor considera su segundo momento de conversión. “Comprendí que no había nacido para ser actor u otra cosa, sino para conocer, amar y servir a Jesucristo”.

Empujado por el fervor de la conversión, decide vender todos sus bienes e irse a Brasil como misionero; pero su confesor he hace ver que Dios le quiere en medio del mundo: es ahí, en el ámbito de las películas y en su trabajo como actor, donde puede encontrar a Jesucristo y donde —mejor que nadie— puede darle a conocer: “Ahí Cristo es más necesario, si cabe, que en la jungla”.

Convencido de esta misión, funda con Leo Severino y Alejandro Monteverde una productora “para la realización de filmes de grandes valores espirituales y morales”, y la denominó Metanoia (conversión, en griego). En su primera rueda de prensa, declaró: “Nunca más volveré a trabajar en un proyecto que ofenda a mi fe, a mis convicciones morales o a los de mi raza”. Y, en efecto, su película Bella (2006) fue un canto a la vida y a la dignidad de la persona humana, y un valiente alegato contra el aborto. De hecho, más de cincuenta mujeres —según afirma el propio Verástegui— decidieron continuar con su embarazo después de ver la cinta, “y ésa ha sido mi más preciada recompensa”, afirmó.

Antes de iniciar la promoción de la película, fue al santuario de Nª Sª de Guadalupe para ofrecer a la Virgen su película y pedirle a Ella que hiciera un gran bien en favor de la vida. Contra todo pronóstico, ese modesto filme ganó el primer premio en el famoso Festival de Toronto. En los meses siguientes, y apoyado por cientos de voluntarios, consiguió una gran promoción de la película en las semanas previas a cada uno de los estrenos. País por país fue trabajando uno a uno los mercados cinematográficos para que todoslos que quisieran pudieran verla. En España y en México llegó a colarse entre los filmes más taquilleros de 2008.

Cuando la cinta terminó su carrera, otros proyectos le aguardaban en su cartera: un cortometraje maravilloso (The Butterfly Circus, El circo de la mariposa) con el que ha ganado diversos premios (podéis verlo aquí); un proyecto sobre la vida de Jesús (Kingdom Come), del que os hablé en otro post, y que ahora lucha denodadamente por salir adelante.

Comprometido con la causa “pro-vida”, ha participado en campañas de apoyo a madres desasistidas y ha proclamado a los cuatro vientos que “el aborto es un crimen contra la mujer y contra la humanidad”. En esta línea, ha colaborado con diversas iniciativas pro-vida, como “Red madre” o “Derecho a vivir”.

Recientemente ha confesado que volvería a vender “perritos calientes” en su Tamaulipas natal antes de rodar una película de la que pudiera avergonzarse algún día: “Si el día de mañana voy a casarme y tener hijos, que mis hijos estén orgullosos de su padre. Si he decidido llevar una vida íntegra, debo serlo hasta el final. No me gustan las medias tintas. Sea quien sea quien esté detrás del mejor proyecto, no voy a hacer nada que vaya contra mis principios; porque si acepto, eso es venderme y volveré a acabar viviendo una mentira”.

Cuando le preguntan qué es lo que más ha aprendido de sus padres, no duda en responder: “Mi fe. Es un regalo que Dios me dio a través de ellos”.

lunes, 1 de marzo de 2010

Libros, listados y artículos sobre la imagen de Jesucristo en el cine

Hace unas semanas, en un comentario a una de las entradas, Martín me pidió un elenco bibliográfico sobre “Jesucristo en el cine”; pero –me decía- un listado sencillo, accesible a todos.

Para que Martín pueda realizar esa investigación que se propone, y para que todos podáis ampliar vuestros conocimientos en esta materia (la que nos convoca en este blog), os adjunto una relación de documentos en español y francés que podéis localizar con facilidad. Más adelante ofreceré una lista específica con textos en inglés. Se incluyen por orden alfabético y están divididos en dos bloques: Listados de películas sobre Jesús y Ensayos sobre Jesucristo en el cine. Ya veis que, aunque no de forma inmediata, procuro siempre atender vuestras peticiones.

a) Listados de películas:

- DeCine21: listado con “Las cien mejores películas sobre el cristianismo”, cada una de ellas enlazadas a una reseña crítica.

- Prof. Enrique Martínez-Salanova: Página web sobre “La vida de Jesucristo en el cine”: historia de los filmes sobre Jesús y listado final.

- Pantalla 90 de la Conferencia Episcopal: Listado "Jesucristo en el cine". Incluye 4 listados: vida de Jesús, filmes de inspiración bíblica, contexto histórico del cristianismo y seguidores de Cristo.

- Arts and Faith Discussion Forum: Listado “Top 100 Spiritually Significant Films”, elaborado por filósofos y teólogos de distintas confesiones cristianas.

b) Ensayos sobre Jesucristo en el cine:

AA.VV. (2004). Una guía de la pasión. Cien preguntas para reflexionar sobre la película ‘La Pasión de Cristo’, Palabra, Madrid.

AGEL, Henri (1985). Le visage du Christ à l’eécran, Cerf, Paris.

FIESTAS, Eulalio (2005). “Una relectura de la Pasión: Mel Gibson y Ana Catalina Emmerich”; en G. Aranda y J. L. Caballero (coords.), La Sagrada Escritura, palabra actual. XXV Simposio Internacional de Teología, Serv. Publicaciones Universidad de Navarra, pp. 191-200.

GARCÍA, Javier (2004). “El rostro de Cristo en el cine”, en: Ecclesia, vol. XVIII, nº 2, pp. 165-178.

MALONE, Peter (1998). “Jesús en nuestras pantallas”, en: May, J. R. (ed), La nueva imagen del cine religioso, Universidad Pontificia de Salamanca, pp. 95-113.

MARTIN, Jerónimo José (2007). “Modelos de familia en el cine contemporáneo”, en: Carthaginensia: Revista de estudios e investigación, Vol. 23, Nº 44, 2º Semestre, pp. 431-443.

MÉNDIZ, Alfonso (2008). “La imagen de Jesucristo en el cine”, en: Nuestro Tiempo, nº 645, Marzo 2008, pp. 56-71.

ORELLANA, Juan (2005). “La fuerza de la Biblia en el cine”; en: G. Aranda y J. L. Caballero (coords.), La Sagrada Escritura, palabra actual. XXV Simposio Internacional de Teología, Serv. Publicaciones Universidad de Navarra, pp. 183-190.

ORELLANA, Juan (2007). Como en un espejo. Drama humano y sentido religioso en el cine contemporáneo, Ediciones Encuentro, Madrid.

PEREIRA, Carmen (2005). Los valores del cine de animación. Propuestas pedagógicas para padres y educadores, PPU, Barcelona.

PRIGENT, Pierre (1997). Jésus au cinéma, Labor et Fides, Genève.

RODRÍGUEZ ROSELL, Mª del Mar (2002). Cine y cristianismo, Universidad Católica de San Antonio, Murcia.

SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, Pedro (2007). Dios, la muerte y el más allá en el cine contemporáneo. Una mirada a las películas con ojos de fe, Ediciones PPC, Madrid.

SÁNCHEZ RODRÍGUEZ, Pedro (2006). La vida es bella. Catálogo sobre Cuestiones de Escatología en el cine contemporáneo (1990-2005). Agora RIIAL. Espacios de Estudio, Formación y Diálogo Interdisciplinar; disponible en: http://www.riial.org/espacios/cinecat/catalogo.php

VAQUERO, María (2008). “La iconografía de Jesús Cristo. Un recorrido por la Historia del Cine”; en: http://oolhodahistoria.org/artigos/CONGRESO-iconografia-jesucristo-maria-argeles.pdf

VILLAPALOS, Gustavo y SAN MIGUEL, Enrique (2002). Cine para creer, Planeta-Testimonio, Barcelona.

ZEFFIRELLI, Franco (1980). Jesús de Nazaret. Todo sobre mi película, Noguer S. A., Barcelona.