lunes, 30 de enero de 2012

400 artículos, 400 amigos y muchas esperanzas

¡¡Hemos llegado al post número 400!!

Parece un sueño. Y ciertamente lo es. Pero no un sueño quimérico, sino de esos profundos, ambiciosos, bellos. Tan hermoso y delicado que no te atreves a soñar del todo, por si acaso no se cumplen... y que te llenan de gozo cuando se hacen realidad. Un sueño que hoy deseo compartir con vosotros, como si estuviéramos en una película…

Hace dos años y cuatro meses escribí el primer post: “Imagen de Jesús, imagen de nuestra cultura”. Era el 17 de septiembre de 2009. Entonces no sabía si llegaría a Navidad. ¡Cómo vuela el tiempo... y cómo crece la esperanza!

Sí, hoy es un día que quiero celebrar con vosotros. Un día para chocar mi copa con las vuestras (“¡Chin-chin!”) y brindar por todo lo que hemos vivido. “Y que cumplamos muchos más”. Este blog es ya parte de mi vida, y creo que también lo es de la vuestra.

Por eso quiero compartir con vosotros este ejercicio de nostalgia. He seleccionado dos listados de artículos: los más visitados y otros que han tenido especial significación para mí. Alguno lo he reservado para mi intimidad. Pero estos que ahora os ofrezco son enteramente vuestros: un regalo –un recuerdo- para revivir tantas cosas que nos han unido... Sólo os pido que, al terminar, me digáis qué artículos os gustaron más. Me hará ilusión saberlo. (Al pinchar el enlace, vais al último comentario: hay que subir la barra de la derecha hasta el principio)

Los más visitados

1- Las 10 mejores películas sobre Jesús de Nazaret (17.245 visitas)
2- Las 25 mejores películas románticas (14.619 visitas)
3- El rostro de Jesús en el cine (13.836 visitas)
4- "La Pasión de Cristo": relación de Jesús con su madre (10.347 visitas)
5- "La Pasión de Cristo", la pascua judía y la Santa Misa (9.762 visitas)

6- Las 100 mejores películas católicas (9.594 visitas)
7- La Virgen en "Jesús de Nazaret" (8.351 visitas)
8- El diablo como personaje cinematográfico (7.628 visitas)
9- La escena de la Anunciación en el cine (7.240 visitas)
10- Los Reyes Magos: Historia, tradición y leyenda (6.512 visitas)

Otros post significativos:

1- Las 100 películas más inspiradoras de la historia
2- La conversión de Alec Guiness, de la mano del padre Brown
3- Gary Cooper, la Iglesia Católica... y un amigo fiel
4- La Visitación de la Virgen: una impecable puesta en escena
5- Amor heroico de una madre por su hija

6- Dios, Haití y los barberos
7- ¿Debemos quitar todas las cruces?: La esfera y Chesterton
8- Las 10 mejores películas navideñas
9- "La Pasión de Cristo" y el misterio de la Sábana Santa
10- ¿Dónde estaba Dios cuando murió mi hermana?

Recordad que espero vuestra opinión. ¡Y muchas felicidades a todos!

lunes, 23 de enero de 2012

Estreno de "Popieluszko: la libertad está en nosotros" (27 de enero)

Este viernes 27 de enero se estrena en España Popieluszko, una historia épica sobre la vida y martirio del padre Jerzy Popieluszko, héroe del movimiento Solidaridad. Este sacerdote, considerado como un héroe por el pueblo polaco, fue brutalmente asesinado en octubre de 1984. El 6 de junio del pasado año fue beatificado en Varsovia. La película relata también los vertiginosos días de Solidaridad, así como la situación política de la Polonia de los años 80.

El filme cuenta la historia de un hombre que pasó de ser un chico de campo a convertirse en el guía espiritual de una nación entera, y en el símbolo de la lucha por la verdad y la auténtica libertad.

El padre Jerzy Popieluszko descubrió su vocación poco después de realizar el servicio militar. Años después, se forjaría su leyenda en los difíciles tiempos de la “ley marcial” y su fama empieza a conocerse por todo el país. Pero un día Popieluszko desaparece ante el estupor del pueblo polaco y poco después aparece su cuerpo arrojado a un lago, víctima de un brutal asesinato. A su funeral en 1984, acudieron más de medio millón de personas.

El gran destino de este sacerdote se desarrolla sobre el fondo de los acontecimientos que cambiaron la historia en la década de 1980. Son los años en los que se proclama la huelga que dio origen a Solidarność, el primer sindicato independiente de la Europa del Este. El clima encendido de esos días se reconstruye en numerosas escenas de masas, en las que participaron personajes que vivieron realmente esos momentos.

Popiełuszko es una de las pocas películas que cuenta este importante periodo de la historia contemporánea. La cinta se dirige a un público amplio. En Polonia la vieron más de 1.300.000 espectadores. Su éxito allí se debió a la fuerza de la historia y a las grandes emociones que despierta, contadas con un lenguaje sencillo. La preparación del rodaje duró varios años. Durante este periodo, los creadores de la película recogieron una gran documentación, entre la que se encuentran los testimonios directos de las personas que conocieron y siguieron a Jerzy. En la escritura del guión, el autor, además de dar consistencia a los acontecimientos históricos, estuvo en constante comunicación con la familia y amigos de Popiełuszko.

La película ha sido producida por Focus Producers Srl. (con la colaboración de IF Max-Film S.A), que invirtió en el proyecto cerca de 3 millones de euros; además, la cinta ha sido cofinanciada con fondos del Instituto Polaco de Cine y del gobierno de Mazovia.

Tiene abierta una completísima web oficial. Allí se pueden descargar: carteles, fotografías, dosieres de prensa, testimonios de quienes conocieron a Popieluszko y toda la información sobre el filme. También puede solicitarse el estreno en la propia ciudad, o en un cine cercano. El trailer refleja muy bien los temas del filme y las crisis del personaje, así como todo el esfuerzo de producción que hay detrás.

lunes, 16 de enero de 2012

¿Cuántas personas vieron al Papa en el Vaticano durante 2011?

La pregunta del título puede sorprender. Quizás sorprenda más aún la respuesta. Según el Vaticano, más de dos millones y medio de personas participaron en las ceremonias papales del año 2011, una cifra que crece desde hace tres años. Y aquí no se cuentan los que le vieron en sus viajes por Italia o en las salidas al extranjero (sólo en la JMJ, más de dos millones).

De esos 2'5 millones, un millón doscientas mil participaron en el Angelus de los domingos con el Papa, 400.000 le vieron en las audiencias generales y 846.000 en las ceremonias religiosas (Semana Santa, Navidad y Año Nuevo, beatificaciones y canonizaciones, etc).

Este vídeo de Rome Reports completa el listado de cifras. Un Papa ciertamente muy querido, al que mucha gente quiere escuchar.

viernes, 13 de enero de 2012

Las películas sobre Juana de Arco (600 aniversario) (y 2)

4) Juana de Arco en la hoguera (Roberto Rossellini, 1954) con Ingrid Bergman.
Desde el cielo, la santa Juana observa y recuerda como fue su agonía y muerte; y hace un balance de lo que fue su vida y el motivo de los designios de Dios. Roberto Rossellini llevó al cine este oratorio de Paul Claudel. Ingrid Bergman, que era su esposa en esos momentos, volvió a interpretar a esta santa.

5) Juana de Arco (Robert Bresson, 1962) con Florence Carrez.
Recrea solamente el proceso del “juicio”, basándose en los documentos históricos que nos quedan. Dura sólo una hora y puede parecer monótona, pues casi todas las escenas transcurren en la celda o en la sala del juicio. Pero lo apasionante es precisamente eso: el cruce de preguntas capciosas y mal intencionadas con respuestas prudentes o ingeniosas de la santa, a pesar del cansancio, del tiempo que llevaba prisionera y de las pésimas condiciones en las que estaba.





6) Juana de Arco (Luc Besson, 1999) con Milla Jovovich.
En líneas generales, sigue los hechos históricos y demuestra admiración por el personaje. Las variaciones estriban en imaginar que una hermana fue violada cuando Juana era niña, y en permitir una doble lectura en cuanto a su misión: se puede pensar que, en efecto, recibió un encargo divino, o bien -mensaje para incrédulos- que fueron imaginaciones suyas. Para mantener este juego, se introduce el personaje de la conciencia (Dustin Hoffman), que atormenta a Juana. Pues este es el rasgo que se destaca: enviada de Dios, o autoengañada, Juana actuó en conciencia. Incluyo el trailer del filme.



7) Juana de Arco (Christian Duguay, 1999) con Leelee Sobieski.
Esta fantástica miniserie televisiva presenta un increíble despliegue de medios. Se ha realizado un enorme esfuerzo en la ambientación, y las escenas de batallas son muy vistosas. A esto se añade una historia de entidad, con un personaje, el de Juana, de una pieza, capaz de morir por defender sus convicciones más íntimas. Le acompañan varios secundarios de lujo: Peter O'Toole y Shirley McLaine.

(Ver aquí el comienzo del filme)

lunes, 9 de enero de 2012

Las películas sobre Juana de Arco (600 aniversario)

Se cumplen ahora los 600 años del nacimiento de Juana de Arco (6 de enero de 1412 – 30 de mayo de 1431), también conocida como la Doncella de Orléans: heroína, militar y santa francesa.

Nacida en la región de la Lorena, Francia, ya con 17 años encabezó el ejército real francés. Convenció al rey Carlos VII de que expulsaría a los ingleses de Francia y éste le dio autoridad sobre su ejército en el Sitio de Orleans, la batalla de Patay y otros enfrentamientos en 1429 y 1430. Estas campañas revitalizaron la facción de Carlos VII durante la Guerra de los Cien Años. Posteriormente fue capturada y entregada a los ingleses. Los clérigos la condenaron por herejía y el duque Juan de Bedford la quemó viva en Ruan. La mayoría de los datos sobre su vida se basan en las actas de aquel proceso, en el que se introdujeron muchos datos falsos.

El Papa Calixto III dispuso en 1456 que se reabriera el proceso. La inocencia de Juana Domrémy fue reconocida ese mismo año en un proceso donde hubo numerosos testimonios. Ya en el siglo XX, fue beatificada en 1909 y posteriormente declarada santa en 1920 por el Papa Benedicto XV. Ese mismo año fue declarada como la santa patrona de Francia. Su festividad se celebra el día del aniversario de su muerte, el 30 de mayo.

El cine ha llevado su vida a la pantalla en varias ocasiones. Voy a recordar aquí las más importantes.

1) Joan the Woman (Cecil B De Mille, 1917), con Geraldine Farrar. Muda, con música y carteles. En blanco y negro.
Para la época, por los medios y limitaciones que tenían, es una recreación magnífica. Para el público actual, quizás le parezca una simpleza o una caricatura. Pero en su momento fue una gran súper producción de Hollywood. Da a conocer lo más popular de la historia, ignorando muchos detalles que se conocieron años después.



2) La pasión de Juana de Arco (Carl T Dreyer, 1928), con María Falconetti. También muda con música y carteles. En blanco y negro.
Una verdadera obra maestra, que aún hoy es admirable en muchos de sus logros. El proceso a Juana de Arco le sirve a Dreyer para retratar con lucidez las pasiones humanas y la actitud ante el sufrimiento. El personaje comenzó a interesarle en 1920, con su canonización. Con este filme quiso reflejar el triunfo del alma sobre la muerte.



3) Juana de Arco (Victor Fleming, 1948) con Ingrid Bergman. Sonora, en color.
La más respetuosa con los personajes y la más fidedigna. Hay varios detalles que no relata, pero lo que cuenta es verídico; y, en general, la trama es clara. La actuación de Ingrid Bergman, aunque ya no era una adolescente, resulta creíble y está bien lograda. Quizá sea la más popular de todas las “Juanas de Arco”, también por la credibilidad como personaje. Mención especial merece el vestuario y la excelente ambientación.



(2ª parte: viernes 13 de enero)

viernes, 6 de enero de 2012

La Navidad en el cine (15): El recuerdo de Belén en la vida de la Virgen

La Virgen guardaba todas estas cosas meditándolas en su corazón” (Lc 2, 19). Todos los sucesos de la infancia de Jesús fueron, para su Madre, tema constante de meditación. Y el de Belén, más que ningún otro. Ésta es la idea que han querido reflejar dos filmes de muy variada orientación: mostrar al espectador hasta qué punto estuvo presente el recuerdo de Belén en la memoria de María.

En “El hombre que hacía milagros” (1999), el relato arranca cuando Jesús adulto, al regreso de un día de trabajo, comunica a su Madre que va a comenzar la obra que le encargó su Padre. Sin poder evitarlo, María recuerda dos escenas de la infancia de su Hijo en que esas mismas palabras sonaron en sus oídos. La primera es cuando se perdió en el Templo y le buscaron durante tres días. “¿Por qué me buscabais? –responde Jesús- ¿No sabíais que debo dedicarme a las obras de mi Padre?”. La segunda es la escena de Belén y la llegada de los Magos, que señalaba inequívocamente unos planes de Dios que el Niño venía a cumplir. Ahora, cuando está a punto de iniciar su vida pública, María recuerda todas esas cosas que guardaba en su corazón.




Un recuerdo similar de lo acontecido en Belén es lo que vemos en la miniserie Jesús (1999). El Señor ha regresado de los 40 días en el desierto y la Virgen se apresta a cuidarle para que se reponga. Después de tres días durmiendo, Jesús despierta y refiere a su Madre el sueño que ha tenido, en el que aparecía José. Ese recuerdo conmueve a María. Ella se dirige entonces a la ventana y ve a dos jóvenes –Juan y Andrés- que le aguardan fuera. “¿Qué quieren?”, pregunta. Y Jesús responde: “Ser mis seguidores. ¡Ja! Puede que no esté preparado, Madre”. Ante esta respuesta de tono irónico, María saca un pequeño cofre que tenía bien guardado: allí están, cubiertos con un paño, los regalos que trajeron los Magos. Recuerda a Jesús su llegada a Belén para adorarle, y comenta (evidenciando que ha meditado muchas veces esa escena): “Aquellos hombres no hubieran hecho un largo viaje siguiendo a aquella estrella si la Voluntad de Dios no les hubiera guiado”.


jueves, 5 de enero de 2012

La Navidad en el cine (14): El aviso en sueños a José y la matanza de los Inocentes

El período de la Navidad termina con dos acontecimientos simultáneos: la matanza de los inocentes y, justo antes, el aviso en sueños a José.

Del aviso en sueño hay dos películas que han hecho una puesta en escena muy semejante: El Evangelio según San Mateo (1964) y María de Nazaret (1995). La segunda, inspirada claramente en el filme de Pasolini, añade su peculiar estilo simbólico: el recurso a una luz intensa para sugerir la presencia de lo sobrenatural. La cámara enfoca primero a la Virgen con el Niño, se desplaza luego hasta José, y entonces sucede el anuncio en sueños. Lo más llamativo de esta breve escena es la dulzura de la Virgen y su completa docilidad a lo que decide José.



Una composición escénica parecida es la que antes había diseñado Pasolini en el filme de los sesenta. La cámara muestra primero a la Virgen y el Niño, se recrea en Él, y sólo después pasa a José. Aquí el Ángel sí aparece: con esa imagen adolescente que vimos en el aviso inicial del Ángel, y con la autoridad firme de un ser celestial: “Coge al Niño y a su Madre y huye a Egipto”. La partida apresurada de Belén se llena de nostalgia: por una parte, por la música que oímos de fondo (los coros de “La pasión según san Mateo”, de Bach, que cantan solemnes: “Caemos de rodillas, llorando”); por otra, por esa mirada conmovida de María, que recorre con melancolía los lugares de Belén que habitó su Hijo. Sabe que es la última vez que los contempla. Y este sentimiento de añoranza llena esta última parte de la secuencia fílmica.



En Jesús de Nazaret (1977), por contraste, la secuencia se centra en la decisión arbitraria de Herodes y la locura que entonces le consumía: “Ahora, id a Belén y ¡haced historia! ¡¡Matad!! ¡Matad a todos!”. A continuación, unos segundos de suspense –de fondo oímos el rumor de los caballos a galope- nos hace presagiar la inminencia de la tragedia. Llega, inhumana y ciega, la matanza por parte de los soldados; quizás por esa actitud, el director nos oculta su rostro. Y sí vemos, en cambio, los rostros muertos de niños y madres en las callejuelas de Belén. La cámara se mueve, agitada, en aquella terrible desolación. Oímos gritos, carreras, tumultos. Y el asesinato en contraluz, mostrado sólo en sombra, acabará por ser la imagen más dramática. En boca de uno de los ancianos, Zeffirelli coloca el comentario final de S. Mateo: “Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías: ‘En Ramá so oyó una voz, llanto y lamento grande. Es Raquel que ll ora por sus hijos, y no quiere consuelo porque ya no existen’”.



En La Natividad (2006), la escena arranca con la cena de Herodes en la que decide la matanza. Junto al tirano vemos a su hijo Herodes Antipas, que treinta años después tomará la mujer de su hermano, Herodías, encerrará y decapitará a S. Juan Bautista, y gobernará Judea durante toda la vida pública del Señor. Ambos traman la masacre, que vamos a ver en dos escenas paralelas: los soldados matando en plena noche, y José despertando por el aviso del Ángel. Toda la secuencia evoca la profecía del Mesías esperado. Uno de los soldados penetra en una casucha y recorre con la antorcha el lugar: es el establo donde habitó la Sagrada Familia, y cada uno de los rincones se llena para el espectador de un indudable encanto. Cuando la antorcha se detiene sobre la cuna del Niño, el momento suena a despedida y a victoria, a nostalgia y a salvación. La sabiduría de Dios Niño ha vencido la astucia y el odio de los soldados de Herodes.

martes, 3 de enero de 2012

La Navidad en el cine (13): ¿Cuándo llegaron los Magos a Belén?



Las representaciones populares de la Navidad han tendido a unir, en la misma noche del Nacimiento, la adoración de los pastores al Niño y la llegada de los Magos al portal. Esto ha surgido, sobre todo, por una necesidad “escénica”: una pintura o una representación de esa escena resulta mucho más rica y polifónica si unifica en una sola imagen a todos los personajes implicados; así aparece como más grandiosa. Pero los teólogos suponen que ambos hechos estuvieron separados en el tiempo. Desde que avistaron la estrella, prepararon el viaje y llegaron a Jerusalén desde el lejano Oriente, debió pasar casi un año. Eso mismo parece sugerir la decisión de Herodes: “se informó por ellos del tiempo en que había aparecido la estrella” (Mt 2, 7) y, teniendo eso a la vista, manda degollar no a los recién nacidos, sino a todos los varones menores de dos años: debieron decirle que la estrella apareció un año antes.

En las tres escenas que vimos ayer, la llegada de los pastores se muestra casi simultánea a la llegada de los Magos. Y algo similar sucede en Ben Hur. Aquí la escena arranca desde el portal. Los pastores, que han llegado unos minutos antes, se vuelven al oír unas pisadas y aparecen de espaldas los Magos. Entran en el establo y, con ellos, entra también la cámara. Se detienen un instante, se arrodillan y depositan sus presentes. Aún no hemos visto al Niño. El director ha buscado el efecto sorpresa, y retrasa lo más posible el mostrarnos la sublime escena. En el mismo plano –no se ha interrumpido desde el principio- la cámara avanza y vemos al fin a Jesús, María y José. Tres grupos están perfectamente distribuidos en el espacio escénico, como en tres anillos concéntricos: los pastores, los Magos y la Sagrada Familia. Una escena sin palabras, que termina con un toque bocólico: un ternero acude dando saltos hasta su madre, subrayando así el símbolo fundamental de la maternidad.



También en La Natividad se hace coincidir la llegada de pastores y Magos. Aquí el juego de luces es intenso. Primero vemos a los Magos acercándose a contraluz. Luego aparece el establo iluminado por un haz luminoso que señala el lugar donde está Jesús (Mt 2, 9). Y, finalmente, se produce el encuentro de todos los personajes en la Luz (aunque el mundo está a oscuras). Por eso Gaspar exclama: “¡El más grande los Reyes… nacido en el lugar más humilde!”. Los Magos se miran, y uno de ellos añade: “Dios… hecho carne”.

En Jesús de Nazaret, a diferencia de los anteriores, la llegada de los Magos se produce meses después. José y María regresan con el Niño de la purificación en el templo y se sorprenden al ver unos pajes bien vestidos en la puerta de su casa. Ni es de noche ni están ahí los pastores: la imagen es completamente inédita. Además, tampoco se cobijan en una gruta: a José le ha dado tiempo a construir una casa de madera. Y allí se produce el encuentro con los Magos: “No temáis. ¿Dónde está el Niño? Venimos de muy lejos para adorarle”. Se produce entonces un triple juego de miradas: de José y María a los Reyes, de éstos a Jesús, y de éste a la cámara (en esa mirada, el espectador se siente interpelado). Viene entonces la declaración de Baltasar, muy en línea con la escena anterior de La Natividad: “Al venir a aquí, a un establo, creí que nos equivocábamos; pero ahora veo que es muy justo”. Para hacer más explícito el mensaje, Gaspar añade: “No en la gloria, sino en la humildad.

lunes, 2 de enero de 2012

La Navidad en el cine (12): Adoración de los Magos al Niño

La Adoración de los Magos es la última gran fiesta de la Navidad, aunque el tiempo litúrgico termina con el Bautismo del Señor. Es una fiesta de capital importancia en el mensaje cristiano. Se le llama Epifanía (del griego “epi”: primera, y “fanía”: aparición) porque es, en efecto, la primera manifestación de la divinidad de Cristo. Sobre todo, es la primera manifestación de la universalidad de la redención: porque Jesús, que es el Mesías esperado y procede de la estirpe de David, no viene a salvar sólo al pueblo judío, sino a todos los hombres. Sin excepción.

En Rey de Reyes (1961), la escena empieza con una evocación del Evangelio de S. Mateo: “Cuando el Hijo de Dios nació en Belén de Judea, tres Magos vinieron de Oriente”. Pero, a continuación añade algunas tradiciones populares: “Se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar. Venían de Persia, Mesopotamia y Etiopía”. En el desarrollo de la escena es importante tanto el juego de la luz (con los Magos recortados en silueta sobre el horizonte) como el tono costumbrista del establo, con diversos animales domésticos ubicados en el portal. El sentido pictórico de la secuencia se refleja en la composición de los grupos (en la puerta los Magos, a la izquierda José y los pastores, al fondo la Virgen con el Niño), y también en el silencio con que se desarrolla todo: ni una sola palabra rompe el recogimiento de este pasaje.




Por otro lado, en La historia más grande jamás contada (1965), la escena se nos muestra rica en contrastes y en el uso simbólico de la luz, como ya dijimos en el primer artículo de esta serie. Los ropajes blancos de los Magos contrastan con el negro oscuro en que transcurre la acción. La única luz de la escena es la que proviene del candil de José, tal como vimos en un artículo anterior.

La puesta en escena juega con los distintos espacios. En el espacio más interior (el establo) están José, María y el Niño; ahí entran los Magos, que ofrecen sus presentes y explican el sentido que cada tienen; esa entrada en el "interior" les autoriza a iniciar un diálogo con la Virgen centrado en el nombre que pondrán al Niño: “Se llamará Jesús”, dice Ella, recordando lo que le había dicho el Ángel en la Anunciación. En el espacio exterior, contemplando la escena, están los pastores (con la luz que proviene del interior). Detrás (apartados de la escena, y situados en lo alto de un cerro: en una posición amenazante), están los soldados de Herodes, que han seguido el rastro de los Magos; aparecen sin luz alguna. El ladrido de un perro pone sobre aviso a los Magos, que deciden reemprender la marcha aunque sólo han estado unos minutos en el portal. José se asoma al ventanuco y "oye" en su interior la advertencia del Ángel que S. Mateo relata como escuchada en sueños: "Toma al Niño, y huid".




La versión de esta escena en María de Nazaret (1995), de Jean Delannoy, es mucho más colorista y vistosa que las anteriores. La luz cálida del portal vence aquí sobre la oscuridad de la noche, y la alegría del momento se refleja en los ropajes de los Magos. En el interior, la puesta en escena realza la majestad de la Virgen: aunque tumbada por el alumbramiento, su rostro refleja paz y serenidad, y su figura ocupa el centro de la imagen: la vemos como Señora, como Madre de Dios, como Reina de cielos y Tierra. También aquí los Magos explican el sentido de sus regalos, con un tono más poético y una sensibilidad más cercana a la nuestra: todo se parece mucho a las representaciones de nuestros belenes. Al final, un narrador recoge con bastante fidelidad la narración de S. Mateo: "Y, tras ser prevenidos en un sueño de no volver a Herodes, regresaron a sus propios países por otro camino".